El diputado perredista Jhonatan Jardines Fraire pidió a las autoridades suspender la licencia a escuelas de tauromaquia y apoyar a quienes se dedican a esta actividad para que tengan alternativas de subsistencia, en caso de que dependan económicamente de ésta.

 

Asimismo, dijo se debe prohibir la entrada de niños y niñas a espectáculos taurinos, por considerar que promueven una cultura de sufrimiento animal.

 

Señaló que estas instituciones calificadas y certificadas en México ofrecen la tauromaquia como una actividad deportiva y de recreación, cuando en realidad son violencia en contra de animales a los que se provoca para que reaccionen.

 

Con esta práctica, subrayó, el sufrimiento de los toros se presenta como una actividad común que pretende justificarse en una falsa imagen, como animales agresivos per se; sin embargo, su fin real es obtener un beneficio económico a costa de la vejación de éstos.

 

El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) llamó a las autoridades competentes a realizar una campaña nacional sobre la tauromaquia que muestre el trasfondo económico basado exclusivamente en el sufrimiento animal.

 

Externó que la preocupación social surgida en este momento por la solicitud del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas es no sólo una obligación del Estado mexicano respecto de la integridad de las niñas y los niños, sino respecto de la sociedad en general.

 

Las personas menores de 18 años de edad que se interesan o son obligados a tomar clases o a asistir a las corridas sin advertir que el ataque permitido hacia los animales no es una diversión o festejo, son expuestas al fomento de la crueldad, comentó.

 

Por ello, indicó que el interés superior de la infancia, en este caso, implica que desde el Estado mexicano adoptemos medidas inmediatas para evitar su exposición a este tipo de violencia.

 

Lamentó que normalmente pasen desapercibidos los llamados de organizaciones como Franz Weber, que documenta, expone y exhibe sobre los efectos negativos de esta actividad.

 

Sin embargo, agregó, su esfuerzo y el de otras organizaciones de la sociedad civil, acompañado por la pertinencia de la actuación del Comité de los Derechos del Niño para garantizar los derechos humanos de la infancia, han logrado alertar a la sociedad mexicana y al mundo para erradicar de raíz estas dañinas costumbres.

 

También llamó a las familias mexicanas y a los organizadores de estos eventos a que tomen conciencia de los efectos negativos que generan con la tauromaquia, a fin de que formen parte de la conclusión de esa negativa tradición.

 

Reconoció los avances en Guanajuato y Yucatán, donde ya han eliminado o suspendido actos multifamiliares de este tipo, y prohibido la entrada de niñas y niños a las actividades taurinas.

 

“En general, no sólo se trata de los bovinos, nuestras hijas e hijos no deben estar expuestos a la violencia contra los animales, y los animales no deben ser objeto de crueldad”, concluyó.