El director general de una de las instituciones de la llamada “banca del subdesarrollo” descubrió el hilo negro al afirmar que la inversión en infraestructura es un elemento fundamental para el crecimiento y el desarrollo económico.

 

dinero

 

Al participar en el panel “Gobernanza, Infraestructura y Ley”, en el marco de la Conferencia Anual 2015 de Desarrollo Económico, organizada por el Banco Mundial y el Banco de México, el director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, Abraham Zamora Torres, destacó que las grandes necesidades de infraestructura del país, principalmente en la región sur-sureste, y los menores recursos públicos para su desarrollo, presentan dos grandes retos:

 

1) Replantear el modelo de financiamiento de infraestructura para fomentar una mayor participación privada, aprovechando la disponibilidad de recursos existentes en el sistema financiero y un marco legal más robusto y flexible.

 

2) Elevar la productividad de los recursos destinados a la infraestructura, lo que podría contribuir a reducir las necesidades de inversión hasta en un 40%.

 

Los espectadores recuerdan que existe un ambicioso plan del gobierno federal para potenciar el desarrollo de dicha región, y por lo que dice el funcionario parece que va a estar en “chino” que se cumpla.

 

Ya engolosinado, Abraham declaró que ante la creciente magnitud y mayor complejidad de los proyectos de infraestructura, “la banca del subdesarrollo” tiene que ser más agresiva, asumir mayores riesgos asociados a cada una de sus fases de desarrollo en conjunto con el sector privado, y no compitiendo sino complementando a la banca comercial y mercados financieros. ¡El mismo rollo de siempre pues!

 

¡Ah caray parece que el director de Banobras no ha leído la historia de algunas de las instituciones de la multicitada “banca del subdesarrollo”, que por andar de “agresivas” y regalando billetes para dizque apoyar proyectos productivos y mejorar las condiciones de vida de la población, terminaron con enormes agujeros financieros!

 

AGENDA PREVIA

 

El Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) “está viviendo el peor año de su existencia”; el actual director Pablo Arenas tiene detenido prácticamente a este organismo desconcentrado de la Sagarpa, comenta una lectora.

 

Desde que fue designado el pasado mes de enero, Pablito ha realizado viajes a Boston, Nueva Orleans, Inglaterra y Washington. Se sospecha que muchos han sido para pasear, dice. La Dirección General adjunta de Acuacultura está prácticamente “congelada” porque, dice la lectora, ese sector no es su fuerte. La mayor parte de los proyectos están parados o semiparados, claro que los investigadores y personal del instituto cobran religiosamente su quincena. Bueno, la culpa de que no tengan chamba es de Pedro Ulloa y Pedro Sierra quienes acaparan todas las decisiones, acusa.

 

En relación al caso del BIPO, por el cual “supuestamente” corrieron a Raúl Romo, a la fecha el barco sigue estacionado porque no se ha resuelto qué dependencia lo va a operar, sólo ha realizado un crucero. Según ellos la Secretaría de Marina ya lo tiene a su cargo pero no es verdad. ¿Entonces por qué corrieron a Romo?, pregunta nuestra lectora. También comenta que en contubernio con Conapesca, Pedro Ulloa está operando un programa de recursos genéticos 2015 y que Conapesca mandó la lista de proyectos que serían apoyados. ¿Entonces para que se emitió una convocatoria? ¿De donde salieron los beneficiarios que mando Conapesca antes de la emisión de la convocatoria?

 

Entre Sagarpa, Conapesca e Inapesca tienen un des…orden en el sector; basta echar ojo a los periódicos estatales para enterarse. que los pescadores y acuicultores están manifestando sus inconformidades por la política pública actual. A nosotros nos queda claro que Pablo Arenas está siguiendo órdenes de alguien (Marcos Bucio o Mario Aguilar), finaliza nuestra lectora. ¡Que Marcos responda!, Sugiere el columnista.

 

En la próxima edición de la revista Caras, bajo el título “Lo que oculta Angélica Fuentes”, se dan a conocer algunos pasajes de la vida de la empresaria, que hasta ahora ella misma se había encargado de mantener en secreto. La señora -en litigio con su hasta ahora esposo, el dueño de Omnilife, Jorge Vergara-, ha tratado de mantener una imagen de mujer abnegada y victimizada… sin embargo, los hechos que se presentan en la publicación dan una muestra de su otra faceta, que no es la más bonita.