El método de la chancla, por más infalible que sea, no, niguas, nel pastel. No se pasan de tueste, de canijos.

 

Como la Juana Barraza, me cai. Núcleo familiar hecho caca, incompleto, disfuncional, donde la jefa santa, la que le quita las pulgas al zorro, es culeid, lanza la chancla y los mazapanazos; abre a la hija, le grita, la madrea, la rechaza… ¿El jefe? Pues de humo… Como la Juana Barraza, me cai.

 

A la mierda Vygotski, Genet, Klein, Freud y toda la bola de genios que se empeñaron en demostrar la importancia del desarrollo del morro. Broncas, pedos, jaleo, mancillar el pundonor, sobajar; sobres con el esplendor de la ruina. Zulema, ey, ey, ey, sus ojos están acá arriba, ha llegado pa’ dejarnos pajarito en el acto con su manera de llevar el cuerpo, la voz, el deseo.

 

Ay, cañitas, no sabes si te quiere comer a besos o chingadazos…

 

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Foto: Edgar Olivares | Yaconic

 

 

Zulema reconstruye la vida de Zulema Hernández (chinita del Joaquín “El Chapo” Guzmán) que, infortunadamente como en México, ciudad ¿Bella? Durmiente y sin Príncipe, le tocó ser el guajolote pal’ mole de unos desharrapados sin ton ni son. De un interrogatorio, PUM, a dónde quieras, mami: infancia desas bien gachas, Drogadictos Anónimos, hacedores (pero sobre todo rompedores) de promesas patológicos, “El Mirey”, su embarazo, la prisión, los besitos cachichurris con El Chapo; una biografía repleta de capítulos trágicos que narran las miserias de Zulema; joven promesa y muñeca rota.

 

Necesito que aflojes.

 

¿Y qué pensó? ¿Aquí está su pendeja?

 

No, no, no. En medio de esa vida, el miedo no anda en burros ni en Zulema. Aquí sólo truenan sus ricos chicharrones, porque si te arrugas, te secas. No hay deostra.

 

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Foto: Edgar Olivares |Yaconic

 

 

Hijito de la compañía teatral Los Bocanegra, bajo una espléndida dirección (Abigail Araoz) y una mano privilegiada (Fernanda Bada), Marisol González (Zulema) e Isaí Reveles (chingos de personajes) vienen sin cola, nadie los ha seguido, para sumergirnos en un mundo donde no se andan a las caiditas: nadie está cachando migajas. ¡Qué actuación, carajo! No son las garritas, ni el chicle, ni la guedeja alborotada; es el talento el que llama la atención.

 

Sarcástica, punzante y chaparrita, esta pieza sabe herir sonriendo.

 

― ¿Chingona?

École cuá.

 

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Foto: Edgar Olivares | Yaconic

 

 

¡Ya sólo quedan dos funciones! próximos domingos 21 y 28 a las 18:00 horas en Sunland (Cozumel #31, esquina con Sinaloa, colonia Roma). Rservaciones e informes: teatrobocanegra@gmail.com

 

No más fut, no más box, sino más teatro, del chipocludo, del ay, ay, ay, uy, uy, uy, del talentoso, del bueno.

 

Invariablemente, rífense, aplíquense, no se adornen… como sea, caigan. Nada más de verla, les aseguro que se les afloja el resorte del calzón.

 

 

zulema