JERUSALÉN/RAMALA. El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, se reunió con dirigentes israelíes y palestinos para exponer sus ideas para reactivar el proceso de paz y se topó con la intransigencia del jefe del Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, de aceptar un nuevo mediador internacional.
“La paz solo vendrá de las negociaciones directas entre las partes, sin condiciones previas. No vendrá de resoluciones de la ONU que pretendan imponernos desde el exterior”, sostuvo tajante el primer ministro israelí al comienzo de la reunión que mantuvo en Jerusalén con Fabius.
La visita de Fabius a la zona suscitó gran expectación porque se trataba del primer intento por parte de una de las denominadas potencias internacionales de revivir el bloqueado proceso de paz tras las elecciones celebradas en Israel en marzo pasado.
El jefe de la diplomacia francesa concluye con un resultado incierto la visita de dos días a la región con la que vino a exponer una nueva fórmula para un proceso limitado de negociación, presumiblemente de 18 meses, que debería culminar con el establecimiento de un estado palestino.
Francia trata de buscar el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU a su iniciativa en forma de resolución.
Pero antes siquiera de que hubiera trascendido que los líderes de ambas partes en conflicto la analizaban seriamente, el primer ministro israelí ya le daba carpetazo.
Netanyahu ya lo advirtió por la mañana del domingo cuando en el Consejo de Ministros subrayó que no aceptaría “dictados internacionales” y echó mano de las necesidades de seguridad de Israel para descartar de plano cualquier injerencia de fuera.
Sin mencionar explícitamente la propuesta francesa, el jefe del Ejecutivo israelí aseguraba: “Se nos está tratando de presionar para que aceptemos fronteras indefendibles mientras ignoramos completamente lo que estará al otro lado de la frontera”.
Por la tarde volvió a repetir que “una paz que no esté anclada fijamente sobre arreglos de seguridad sobre el terreno, en la que Israel pueda defenderse, simplemente no sobrevivirá y no la aceptaremos”.
Y acusó una vez más a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de “no querer condenar actos de violencia” como el ocurrido por la mañana en Jerusalén Este cuando un palestino apuñaló a un agente de la Guardia de Fronteras israelí que resultó herido, al igual que el supuesto agresor.
Fabius respondió desde Ramala, donde aseguró: “esa palabra, ‘dictado’, no forma parte ni del vocabulario francés ni de las iniciativas francesas”.
Y alertó de que el conflicto palestino-israelí podría “estallar” si no se avanza hacia la paz y que la fórmula analizada por su gobierno aborda la importancia de la seguridad para Israel, así como el derecho de los palestinos a tener un estado independiente.