Con un acervo de más de 100 documentos con hasta cinco siglos, la Mapoteca Manuel Orozco y Berra inicia una nueva etapa en la que busca atraer al público general para que conozca el patrimonio histórico y cultural que hay en ella.
Patricia Ornelas Ruiz, administradora de la Mapoteca, dijo que el recinto busca abrirse a todo el público, primero, con el rescate de su acervo histórico, que permita poner al alcance la mayor parte de los documentos en su posesión. “La intención es que más gente venga a hacer recorridos, visitas guiadas, en sí el edificio es histórico”, explicó.
Con el acervo más importante del país y uno de los más amplios de América Latina, la Mapoteca Manuel Orozco y Berra fue nombrada así en honor de a uno de los mayores historiadores del siglo XIX, que se especializó en la exploración del territorio nacional.
Orozco y Berra trabajó en la Comisión Geográfico Exploradora de la Secretaría de Fomento y, durante sus años de servicio, elaboró más de 3 mil documentos cartográficos del país, mismos que donó a la Nación para su estudio.
El recinto está ubicado en avenida Observatorio 192, en el edificio del ex arzobispado de Tacubaya, inmueble del siglo XVIII y que, a lo largo de los años, pasó de un sitio religioso a casa del presidente Antonio López de Santa Anna y después a parte del Colegio Militar. Ahora alberga, además de la mapoteca, oficinas de la Comisión Nacional del Agua y al Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH).
En sus vitrinas y cajones resguarda documentos e instrumentos como códices, mapas, fotografías, brújulas… todo instrumento relacionado con la cartografía en los últimos cinco siglos.
“Entre los más representativo está la fotografía más antigua de la Ciudad de México, que fue tomada en 1858. En esa época era una proeza llevar a cabo una fotografía panorámica por los instrumentos que se debían de llevar, y porque el encuadre es perfecto. El explorador y fotógrafo Claude Désiré Charnay fue quien la hizo”, explico Ornelas Ruiz.
La mayoría de los mapas datan del siglo XVIII, por lo que en buena medida estos tienen un carácter militar, explicó la encargada del recinto. Así, en los documentos se pueden ver las posiciones de los ejércitos mexicanos y extranjeros. También están los documentos oficiales sobre los límites con Estados Unidos y Guatemala. Además, hay de otro tipo, como el que contiene la biodiversidad del país.
“La Comisión (Geográfico Exploradora) ordenó un mapa árbol que les dijera cómo estaba el reino animal, vegetal y mineral con todas sus clasificaciones, que es uno de los mapas más importantes que tenemos en la entrada. De ese mapa la UNAM tiene cada una de las muestras que se desprenden de éste”, dijo la funcionaria.
El otro gran proyecto para acercarse a la gente es la digitalización de su acervo, lo cual tendrá dos fines: crear una cartoteca en línea y georeferenciar los mapas a través de Google Earth, para ver cómo es la evolución de los mapas de México.
“Puede irse viendo cómo los que hacían el mapa iban concibiendo el territorio nacional trasladado con Google Earth y vemos la evolución de unos, y es impresiónate que empatan perfectamente con México pese a que no tenían instrumentos”, dijo Ornelas.
El proyecto de digitalización lleva 60% de avance, pero los primeros avances ya pueden verse en la página http://www.siap.gob.mx/mapotecasiap/; aunque la interfaz es un poco lenta, ya que se está usando una plataforma vieja, pero se espera que cuando el proyecto finalice el problema quede resuelto.