ISLAMABAD. El número de muertos por la ola de calor que afecta a la sureña provincia paquistaní de Sindh desde hace cuatro días, con temperaturas por encima de los 40 grados, aumentó hoy a 692, mientras ha comenzado a llover en algunas de las zonas afectadas, informaron a Efe fuentes oficiales.

 

La mayor parte de las muertes se produjeron en Karachi, la capital de la provincia y centro económico del país, donde los hospitales registraron un alto número de fallecidos por golpes de calor y deshidratación, principalmente en personas mayores de 60 años, dijeron fuentes de varios centros médicos.

 

El secretario de Salud del Gobierno regional de Sindh, Said Magnejo, afirmó que durante esta jornada se produjeron 218 muertes más en la ciudad.

 

El hospital Jinnah de Karachi, la mayor urbe del país, lleva registrados en estos cuatro días 415 fallecidos por las altas temperaturas, otros 81 el Civil, 84 el Abbasi Shaheed y 22 el Lyari, mientras que otras 82 personas murieron en otros centros sanitarios de la ciudad y ocho en el resto de la provincia, indicó Magnejo.

 

“Hasta ahora hemos atendido a más de 3,000 personas afectadas por el calor en las últimas 24 horas”, aseguró el jefe de Emergencias del Centro de Posgraduado Médico Jinnah de Karachi, Seemin Jamali.

 

El Gobierno ha puesto en estado de emergencia los hospitales de Karachi y se han cancelado las vacaciones del personal médico, además de haber decretado el cierre de centros educativos y oficinas, excepto las dedicadas a servicios esenciales como los sanitarios.

 

Por la mañana llovió ligeramente en algunas zonas de Karachi y se espera que las precipitaciones se extiendan a otras áreas, lo que disminuirá las temperaturas.

 

Esta ola de calor coincidió con el comienzo el pasado viernes del ramadán, el ayuno musulmán que establece la no ingesta de alimentos y bebidas entre el alba y el ocaso durante un mes.

 

Las olas de calor son frecuentes en el subcontinente indio en los meses de mayo y junio, que preceden a la llegada de las lluvias del monzón.

 

A finales de mayo, otra ola de calor causó unos 2,000 muertos en el sureste de la vecina India.