El gobierno de Rusia se unió a la defensa de Anastasia Lechtchenko, ciudadana mexicana de ascendencia rusa, acusada de asesinar y descuartizar a su madre y su hermana.
Personal del consulado ruso fue asignado para escuchar la audiencia que se celebró ayer en el Juzgado Quinto Penal, aseguró Gabriel González Celestino, abogado de la joven de 19 años.
El defensor adelantó que, de no encontrarse los elementos suficientes, su cliente podría salir libre esta misma tarde cuando el juez delibere si continúa el proceso en su contra o no.
Las audiencias en este caso se han pospuesto hasta en cuatro ocasiones ante la ausencia de peritos y testigos como su mismo padre Igor Lechtchenko, quien no se presentó ayer a tiempo en el juzgado.
Lo mismo ocurrió con dos de las amigas cercanas de la acusada que asistieron como testigos.
En la audiencia de ayer, Anastasia fue presentada tras una reja y aseveró a su abogado que personal de la penitenciaría la estaba drogando con pastillas que desconocía.
“Me dieron una pastilla: una azul, una color blanca y otra chiquita que me da mucho sueño”, dijo la joven que se presentó unos minutos y después fue retirada por personal penitenciario ya que su padre Igor Lechtchenko no se presentó a tiempo para, por lo que la primera audiencia fue cancelada.
El abogado añadió que, en caso de Anastasia quede en libertad hoy por la tarde, será el personal consular de Rusia quien se haga cargo de ella.
Cabe recordar que Anastasia es acusada de asesinar a su mamá Yulya Masney Safonchik, de 42, y a su hermana Valeria, de 12. Ambas murieron por estrangulamiento y sus cuerpos fueron hallados desmembrados.
La defensa de la joven de 19 años se basa en que la confesión que hizo en un primer momento fue obtenida bajo tortura, razón por la que carece de validez.
De acuerdo con González Celestino, la inculpada presuntamente fue víctima de abuso sexual por parte de los agentes de la Policía de Ministerial que la detuvieron, razón por la que se le ordenaron dictámenes de medicina forense para ver las lesiones, así como otro dictamen psicológico de acuerdo con el protocolo de Estambul.