Durante la entrega de los premios Grammy, perdón, del Ternium 2015: Propymes & Supplier Awards, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, envió el siguiente mensaje a los industriales mexicanos que están en contra de las importaciones de acero de china por competencia desleal: No vamos a molestar al dragón.

 

“La sustitución de importaciones no será una política setentera de aumento en los aranceles porque sabemos que eso no funciona; en todo caso, analizaremos la aplicación de cuotas compensatorias a través de investigaciones de prácticas desleales de comercio”.

 

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¡Nosotros queremos aranceles!, insisten los empresarios, porque así pagan de inmediato su entrada para meter su producto; con la cuota compensatoria lo que puede ocurrir es que los chinos nos salgan con el cuento de “a la salida te pago” y se nos pelen.

 

Miren señores, las importaciones por las que ustedes chillan –les quiso decir el secretario Guajardo– son en un 90% insumos intermedios, de los cuales no hay producción nacional. A esa cuasi humillación, el presidente de Altos Hornos de México le respondió, palabras más, palabras menos: A usted lo que le faltan son… conocimientos sobre la magnitud del problema.

 

Sobre este relevante asunto, la Tercera Comisión de Trabajo de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión discutió y aprobó el 23 de junio un punto de acuerdo para exhortar al gobierno federal a intensificar la instrumentación e implementación de políticas públicas y de apoyos institucionales a la industria de producción, distribución y comercialización de acero nacional.

 

Después de un sesudo análisis, los integrantes de la susodicha Comisión concluyeron que el abastecimiento de acero en nuestro país ha tenido una mayor alza en las importaciones frente a la producción local. De acuerdo con cifras oficiales, en el primer cuatrimestre de este año, la producción siderúrgica ha disminuido 6.6% en relación al año anterior, mientras las importaciones crecieron 15.2%, lo que se explica a partir de la sobreproducción de países como China que han elevado sus niveles de importación con muy bajos costos de producción, aunado a los bajos sueldos que se pagan a los trabajadores de la industria oriental. Ello ha llevado a los productores externos a aprovechar la apertura de la economía mexicana, mientras la industria nacional se deteriora y se ve limitada para exportar.

 

Recuerdan que la situación también fue advertida en la reciente reunión del Comité del Acero de la OCDE, en la cual se hizo un llamado a los gobiernos a tomar acciones contra la nueva política siderúrgica de China y la sobrecapacidad, ante el incremento de las importaciones en condiciones desleales de comercio que todas las regiones están padeciendo. En este sentido, agregaron, diversas organizaciones de nuestro país, como la Canacero, han manifestado que si bien el gobierno federal ha activado las investigaciones antidumping y aplicado medidas arancelarias en casos específicos, por su lentitud, estos procedimientos resultan insuficientes frente a la velocidad del actual fenómeno económico, y los apoyos de compras nacionales han sido anulados por las crecientes importaciones a precios dumping de todo tipo de productos de acero. Asimismo, han señalado que países como Estados Unidos han reaccionado con acciones en defensa de su industria, contando ya con alrededor de 108 resoluciones antidumping, mientras que México sólo cuenta con un aproximado de 18.

 

A todos estos argumentos el secretario de Economía –a quienes algunos malosos industriales del ramo llaman el Iron Man chino– les respondió el miércoles pasado: No vamos a elevar los aranceles a las importaciones de acero. Además, la secretaría de Economía, recordó el funcionario, recientemente acordó con la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero aplicar medidas más drásticas contra las prácticas desleales de comercio en cuatro semanas.

 

¿Qué tan drásticas serán las medidas?