Si tú eres de las personas que revisan Facebook, Twitter o Instagram o alguna red social antes de dormir y al despertar, o si haces desplantes porque te quedaste sin señal de wi-fi u olvidaste tu celular en casa, puedes tener la fobia del nuevo milenio, conocida como fomo, el miedo a no estar conectado a las redes sociales.

 

De acuerdo con José Alejandro Medina Rodríguez, organizador del encuentro Conecta 2.1. Más Allá de las Redes Sociales, el mundo virtual ha comenzado a gestar un nuevo miedo: el de no ser partícipe de experiencias gratas para otras personas; coloquialmente es conocido como fomo (por sus siglas en inglés de fear of missing out).

 

Este desasosiego se caracteriza por el deseo obsesivo de navegar por internet para atestiguar las vivencias ajenas y comparar las experiencias y posesiones propias con las de los demás.

 

El egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM indicó que  en psiques vulnerables esto puede generar ansiedad, depresión y trastornos del sueño, entre otros síntomas.

 

Indicó que pese a que esta adicción se atribuye a individuos introvertidos (que buscan en lo virtual formas de interacción no practicadas en escenarios reales), los extrovertidos también las emplean como una manera de ganar reconocimiento y exhibirse.

 

“Los más propensos revisan Facebook, Twitter o Instagram antes de irse a la cama y, al despertar, lo primero que hacen es consultar qué aconteció en estos sitios mientras dormían. Además, suelen protagonizar desplantes por nimiedades como quedarse sin señal de wi-fi u olvidar el celular en casa. De hecho, una investigación estadunidense encontró que a mayores niveles de esta afección, menor satisfacción por la vida”, acotó el experto.

 

Está ligado con accidentes automovilísticos 

 

Un aspecto preocupante del fomo es que está ligado con accidentes automovilísticos, sobre todo en adolescentes, quienes en su obsesión por estar conectados manejan y manipulan sus dispositivos móviles a un mismo tiempo.

 

Tan sólo en Estados Unidos este tipo de distracciones provoca cada año más percances fatales entre conductores menores de edad (aproximadamente tres mil) que la ebriedad (dos mil 700).

 

Por otro lado, en China se realizaron estudios con dos grupos: uno con usuarios que pasaban de ocho a 13 horas al día frente a una pantalla de ordenador, y otro con sujetos que no demoraban más de 120 minutos. Todos los participantes fueron sometidos a un escáner cerebral y los primeros mostraron daños en la materia gris.

 

Ante la multiplicación de estos casos, Corea del Sur ha denominado al fenómeno “demencia digital” y la ha declarado un problema de salud nacional. Para tratarla, este país —poseedor del mayor número de habitantes con acceso a la web— ha creado 200 centros de rehabilitación y establecido una escuela infantil de desintoxicación.

 

Aunque no existe una cifra exacta de cuántos lo padecen, el número de internautas en el orbe se incrementa. Los últimos cálculos establecen que tan sólo en 2014, el 90% de éstos accedió a una red social”, refirió.