La jornada cultural y política de 43 horas por los 43 estudiantes desaparecidos en el municipio de Iguala, en el sureño estado de Guerrero, culminó hoy en la Ciudad de México tras reunir desde el viernes a miles de asistentes que participaron en alguna de las múltiples actividades organizadas.

 

“Queremos recordar que Ayotzinapa no son solo bloqueos y manifestaciones, también es cultura”, dijo a Efe José Luis Mendoza, un estudiante de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y compañero de varios de los desaparecidos en la noche del 26 de septiembre en Iguala, hace más de nueve meses.

 

Vestido con ropas tradicionales, Mendoza forma parte del grupo de baile de esta escuela que hoy dio cierre a esta jornada política y cultural con danzas folclóricas, en una representación en la que no faltaron las imágenes de sus compañeros.

 

“Seguimos a nueve meses en la misma posición y exigiendo justicia”, señaló el joven, quien dijo no estar asustado a pesar de perder a varios de sus compañeros y relató que las escuelas normales siempre “han estado expuestas” a situaciones como las desapariciones forzadas por ser “críticas” con las autoridades.

 

El evento “43×43”, que arrancó el viernes con una marcha pacífica que partió del Ángel de la Independencia y se instaló en el céntrico Palacio de Bellas Artes, reunió más de veinte organizaciones sociales que ofrecieron proyecciones de documentales, charlas, talleres, obras de teatro y conciertos, entre otros.

 

“Estas jornadas son muy positivas porque se lograr difundir nuestro mensaje y mostrarle al Gobierno” la fuerza del movimiento, comentó a Efe Francisco Lauro, padre del joven de 19 años Magdaleno Rubén Lauro, uno de los estudiantes desaparecidos en Iguala.

 

Lauro clamó porque “se haga justicia” y denunció que el Gobierno “miente” porque conoce el paradero de sus hijos.

 

Según los testimonios de más de un centenar de detenidos (narcotraficantes, policías y autoridades corruptas), los jóvenes fueron entregados por policías corruptos a miembros del cártel de Guerreros Unidos, quienes presuntamente los asesinaron y quemaron en un basurero del municipio de Cocula, al pensar que eran de una organización rival.

 

Pero los padres se resisten a creer esta versión por varios motivos y están además convencidos de la implicación del Ejército en la desaparición de estos jóvenes.

 

La jornada político-cultural, que se celebró sin incidentes, tuvo “gran concurrencia” y logró ser “más incluyente” que las marchas, “muy desgastadas”, que se llevan a cabo el 26 de cada mes, valoró Olimpia Martínez, una de las organizadoras.

 

“La gente está muy interesada, hay desconocimiento (sobre el caso) pero se acercan y les llega mucho cuando pueden escuchar testimonios directos de los padres”, consideró Dulce Cuéllar, de la organización zapatista Sexta Declaración de la Selva Lacandona, quienes instalaron una carpa.

 

Cuéllar denunció que el interés de los ciudadanos existe, pero que se necesita “una verdadera información” por parte de los medios de comunicación, que en “el 99,9 % de los casos, están tomados”.

 

Previo a la clausura de esta jornada por parte del grupo de danza de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, se ofició una emotiva misa donde se clamó por la presentación con vida de los 43 jóvenes desaparecidos en este caso que ha atraído la atención de instituciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

 

De hecho, la CIDH informará este lunes de los avances en las investigaciones que están realizando estos meses tras varias visitas oficiales para estudiar lo sucedido.