Un partido intrascendente para México, el último del Hexagonal Final rumbo a la Copa del Mundo de Alemania 2006, levantó la sospecha de que México jugó complaciente contra Trinidad y Tobago para permitirle clasificar al Mundial. Ahora, el FBI investiga un posible amaño de partido.
Ricardo La Volpe, el técnico de ese equipo, aseguró que no hubo ningún arreglo, que él no recibió ninguna insinuación de parte de la FMF y que si decidió llevar a un selectivo alterno para jugar ese partido fue porque el Tri ya estaba clasificado al Mundial y quería ver a otros jugadores.
El FBI llegó hasta este partido luego de las declaraciones vertidas por el propio La Volpe en 2009. Dijo ese encuentro no tenía caso jugarlo a tope para no meterse en problemas. El partido era ante la selección de Trinidad y Tobago, precisamente el país natal de Jack Warner, el ex dirigente de la Concacaf que está en el centro de la tormenta de FIFA.
“Al último partido fuimos para no tener problemas, diría yo justo contra el que hoy maneja la Concacaf; entonces dijimos, ‘los menos problemas posibles, ya clasificaste’”, dijo tres años después de aquel encuentro que permitió a Trinidad y Tobago asistir a su primera Copa del Mundo.
Según la versión de la prensa internacional sobre el tema, México temía que Warner buscara en represalia por una eventual eliminación de su equipo, un castigo severo por el dopaje de dos jugadores mexicanos durante la Copa Confederaciones. Pero en la historia de la FIFA no se ha castigado nunca a un equipo por los positivos de alguno de sus jugadores.
El FBI investiga a Alberto de la Torre, entonces presidente de la FMF, Gonzálo Fernández, Guillermo Cañedo White, Justino Compean, FMF y Decio de María.
No es todo, las investigaciones iniciadas por el FBI también se centran en posibles pagos de sobornos para la celebración de la Copa Oro 2003.