La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) le propuso a la Cámara de Diputados eliminar 22 % de los programas presupuestarios para 2016, al pasar de mil 97 a sólo 851.
De acuerdo con la estructura programática para el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016, se trata de 246 programas que para el próximo año podrían desaparecer o se fusionarse con otros.
Según el esquema que presentó esta tarde el subsecretario de la SHCP, Fernando Galindo Favela, se eliminarían 187 programas presupuestarios que dependen de las distintas secretarías y 26 de las entidades de control de directo, como el Instituto Mexicano del Seguro Social
Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) perderían únicamente seis programas, por lo que ejecutarían un total de 46 para el próximo año.
Mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), así como otros ramos generales, no sufrieron recortes en sus programas que reciben recursos del erario público.
En caso de que esta propuesta prospere por los integrantes de la nueva legislatura en San Lázaro, el Programa de Apoyo Alimentario se fusionará con Prospera, lo mismo que el Instituto Nacional de la Economía Social con el Programa de Opciones Productivas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Asimismo se crearía el Programa Nacional de Inglés y el Programa Nacional de Convivencia Escolar, con el objeto de prevenir la violencia dentro de las escuelas del País.
Presupuesto Base Cero
Los ajustes anunciados esta tarde responden al proyecto de Presupuesto Base Cero, con el que el gobierno federal busca implementar a fin de generar ahorros y reducir las ineficiencias en el gasto público.
De acuerdo al Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), esta técnica presupuestaria se basa en las expectativas para el año entrante, sin referencias a los años anteriores y sin estadísticas históricas.
“La mayor ventaja del Presupuesto Base Cero consiste en que elimina el incrementalismo (sic) y mejora la eficiencia y eficacia en el uso de los recursos públicos; sin embargo, presenta debilidades e importantes retos para su implementación”, añade el análisis.
El CEFP advirtió que su implementación no será fácil, “ya que para su elaboración requiere gran cantidad de tiempo y de papeleo y, si el presupuesto vigente depende mucho del de años anteriores o es muy rígido, el Presupuesto Base Cero es poco efectivo en la reducción del gasto”.