Argentina explotó. Destrozó a Paraguay 6-1. Por increíble que parezca, sin ningún gol de Messi. Se medirá a Chile en la Final de la Copa América 2015, en busca de su décimo quinto título continental, primero para Lio con la selección, para igualar a Uruguay como máximo ganador del certamen sudamericano.
No parecía tan fácil. Al menos hasta el minuto 30. En la Semifinal ante Paraguay, había sido el partido en el que Argentina había atacado menos. A diferencia, sobre todo de los duelos de primera fase, la selección albiceleste se había mostrado más bien meditabunda, como si esperara el momento exacto para picar. No era para menos, ya en la primera fase Paraguay les había metido un tamaño susto, que por poco termina con los tres puntos para el cuadro guaraní, cuando la ventaja había sido de un claro 2-0 para los argentinos al final del primer tiempo.
Esta vez Argentina no fue una tormenta sobre el arco de Valdez. Empezó a media máquina y con ello le bastó para pegar contundente, directo al orgullo paraguayo, que ocupado con Messi, Di María, Agüero, se olvidó de la clase media del cuadro de Gerardo Martino. Y fue precisamente así como llegaron los goles.
El primero al minuto 15 gracias al zaguero Marcos Rojo y el segundo sobre el minuto 27, gracias al remate de Javier Pastore: 2-0 con el pie apenas sobre el acelerador. ¿Lo peor? Que todavía vendría la lesión de Roque Santa Cruz, capitán y referente ofensivo de la oncena del Pelado Díaz, antes de irse al descanso.
Pero Argentina había aprendido la lección de la fase de grupos, cuando Paraguay la alcanzó a dos en el tanteador y ahora sí fue un tornado ofensivo. Primero, gracias a Ángel Di María, quien marcó doblete al 43 (3-1) y 53 (4-1) dos goles que mataron toda esperanza paraguaya de regresar al partido. El resto fue una fiesta, a la que se unió Agüero a 10 minutos del final (5-1) e Higuaín que cerró la cuenta al minuto 83, para ser finalista indiscutible con un contundente 6-1 sobre la selección guaraní del Pelado Díaz.