La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de un análisis interno, encontró diferentes inconsistencias de la Recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitida sobre el caso Tlatlaya.
En el documento, que incluye 55 anotaciones sobre los más de 300 puntos de la CNDH, destaca la falta de pruebas periciales sobre actos de tortura contra los testigos, la insistencia por parte de la Sedena de la “presunta rendición” de las 22 víctimas mortales, así como la distancia de los impactos de bala que dieron fin a la vida de los agresores.
En un documento de siete páginas, en poder de este diario, la Sedena desglosa punto por punto cada una de las inconsistencias halladas en la recomendación con folio 51/2014.
Por ejemplo, la CNDH hace la observación de que las declaraciones de dos de las víctimas fueron obtenidas bajo tortura, sin embargo, el Ejército argumenta que no hay pruebas periciales que lo acrediten.
Más adelante, en el renglón número 214 de la recomendación, se menciona que se deben distinguir dos momentos durante los hechos: el primero cuando hay un enfrentamiento entre los miembros del ejército y los agresores y después, cuando quienes están al interior de la bodega se rinden y los soldados ingresan, supuestamente, para quitarles la vida de forma arbitraria.
Al respecto, la Sedena señala que “no existen constancias que demuestren que los delincuentes se hayan rendido“.
A lo largo de la Recomendación, la CNDH da validez a los dichos de los testigos que dicen que elementos de Ejército entraron a la bodega para ultimar a los sobrevivientes, sin embargo, la Sedena insiste en que los disparos que dieron muerte a los 22 agresores fueron realizados a más de 60 centímetros de distancia.
Por otra parte, la Sedena asevera que no es creíble que solo tres elementos militares (que según las recomendaciones ingresaron a la bodega) hayan rendido a 15 presuntos delincuentes que portaban armas de iguales características.
Según la Recomendación de la CNDH, el primer disparo fue realizado desde el interior de la bodega, por lo que los elementos militares se prepararon tácticamente para repeler la agresión, sin embargo, la Sedena aclara que es falso que el personal militar se haya preparado tácticamente sino que solo repelió una agresión con arma de fuego.
Uno de los puntos que la recomendación es contrastada contundentemente por parte del análisis de la Sedena es el número 248 donde se establece: “Tampoco puede alegarse que los elementos militares presentaban inferioridad numérica y en armas frente al grupo de personas al interior de la bodega”, sin embargo, es un hecho que los soldados estaban en inferioridad 8 contra 22.
Otros delos argumentos que presenta la Sedena hacen referencia a especulaciones por parte de los testigos, inconsistencias en las horas referidas en que sucedieron los hechos, la adecuada proporcionalidad de su respuesta ante el ataque sufrido y la confirmación de que apoyaron y liberaron a las víctimas de secuestro.
Cabe recordar que hoy se cumple un año desde que se registrara el mortal enfrentamiento entre las fuerzas armadas y el grupo de 22 agresores que resultaron muertos. Tanto organismos locales como internacionales se han manifestado para exigir a las autoridades competentes la pronta resolución del caso.
Pide celeridad CNDH en el caso Tlatlaya
La Comisión Nacional de Derechos Humanos pidió a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Procuraduría General de la República (PGR) y al Gobierno del Estado de México que presenten pruebas ante la Comisión Nacional de los puntos recomendados, así como una respuesta más oportuna a sus solicitudes de información.
Durante la fase de seguimiento, la CNDH ha brindado atención a las víctimas para que hagan efectivos los derechos que los asisten, además de haber enviado 27 solicitudes de información a las autoridades antes mencionadas, que han respondido con 29 oficios.