La Secretaría de Salud presentó el nuevo etiquetado frontal obligatorio para alimentos y bebidas no alcohólicas que deberán tener 32 mil productos alimenticios y comida que, de acuerdo con la dependencia federal, tiene el propósito de que los compradores tengan más información sobre los productos que van a consumir.
El etiquetado fue anunciado desde 2013 como parte de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes y debe estar integrado en los empaques de comida procesada para informar la cantidad de calorías, azúcar, grasa y sal que contiene cada producto.
También debe incluir el contenido de azúcares totales, “con el fin de no dejar fuera de la regulación a productos procesados con alto contenido de azúcar, como néctares jugos y lácteos con fruta”, de acuerdo con la información que dio a conocer.
La estrategia será evaluada por el Observatorio Mexicano de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles pero su impacto podrá medirse a través de los resultados de la Encuesta Nacional de Salud de 2018.
El nuevo etiquetado fue presentado en medio de protestas de organismos de la sociedad civil, como El Poder del Consumidor, quienes demandan que es poco claro y no tendrá efectos importantes para los consumidores. Para hoy se esperan actos públicos y protestas por parte de los quejosos.