Los militares que participaron en el operativo del 30 de junio de 2014 en Tlatlaya tenían la orden de abatir a delincuentes, aseguró el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez AC (Centro Prodh) en su informe “Tlatlaya a un año: la orden fue abatir”.
El documento, presentado este jueves, indica que tras un amparo consiguieron la orden de operaciones general de operaciones y de relevo del 102 Batallón de Infantería del 22 Batallón del 11 de junio de 2014, la cual dice: “las tropas deberán operar en la noche en forma masiva y en el día reducir la actividad a fin de abatir delincuentes en horas de oscuridad, ya que el mayor número de delitos se comete en ese horario”.
El director del Centro Prodh, Mario Patrón Sanchez, dijo que con esta evidencia ya solicitaron a la Procuraduría General de la República (PGR) la comparecencia de la cadena de mando para aclarar esta orden de relevo.
En la presentación del informe estuvo Gloria Gómez González, quien en el expediente se le conoce como “Julia”, la testigo clave en la investigación contra los militares.
Gómez González es la madre de una de las fallecidas en Tlatlaya, declaró lo que ocurrió ese día y ahora se siente perseguida.
Rechazó que sus declaraciones sean contradictorias como han dicho las autoridades, además de que no ha recibido ni un peso como compensación, lo cual también han declarado autoridades federales.
“Quiero que me dejen en paz, vivir tranquila”, sentenció.
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