Guilherme Gusmao promete aportar para que Cruz Azul acabe con la sequía de 18 años sin un título de Liga. El refuerzo brasileño llega a la capital mexicana con la ilusión de convertirse en un referente para los celestes, con el deseo de responder a la confianza brindada por el cuerpo técnico y directiva cementera.

 

Apenas una maleta es la que carga el sudamericano, suficiente para pasar algunos días en la capital mexicana. Primero, hará los exámenes médicos correspondientes; en caso de aprobarlos, firmaría su contrato y regresaría a su país para arreglar algunos documentos.

 

La prensa brasileña reconoce que Gusmao es un jugador que marca diferencia, pero también advierte que es de “cristal”, que suele lesionarse frecuentemente. “Yo creo que con el trabajo físico que hice en Brasil ya no volverá a pasar. Me siento muy bien”, aseguró.

 

Tres títulos del Campeonato Mineiro; una Liga Premier y una Supercopa en Ucrania; además de La Copa Libertadores y Recopa Sudamericana son la carta de presentación del atacante, quien además de vestir la casaca del Cruzeiro y Atlético Mineiro, también estuvo en el Dinamo de Kiev y CSKA de Moscú.

 

“En México hay una presión parecida que vivimos en Brasil. Yo vengo de un equipo donde la presión es alta (Atlético Mineiro), disputamos grandes títulos como la Libertadores y vengo a Cruz Azul, conozco su historia y sé de esa presión”, dijo sin titubear.

 

“La pasión por el futbol es la misma. La competencia es parecida. Hay que entrenar mucho para poder conquistar un título”.

 

Gusmano se une a Fabio Santos y Ariel Rojas como los refuerzos extranjeros que llegaron a la institución para el Apertura 2015. Los celestes tienen sus cinco plazas de foráneos ocupadas, aunque podría haber una última incorporación y, para ello, tendrían que prescindir de los servicios de Mauro Formica.