SANTIAGO. Todo salió a pedir de boca para Chile en su camino a la final de la Copa América. Desde un sorteo favorable, que le permitió superar invicto la fase de grupos, hasta decisiones arbitrales que dejaron a sus oponentes de cuartos de final y semifinales en desventaja numérica.
Ahora llega la final del sábado ante una Argentina entonada y con Lionel Messi en todo su esplendor. ¿Hay algún temor o nerviosismo en el plantel chileno? Para nada, asegura su capitán Claudio Bravo.
“Miedo no tenemos”, aseguró el arquero de Chile, y compañero de Messi en el Barcelona, el jueves en una rueda de prensa, saliendo al paso de una sensación de desasosiego que parece haberse instalado en ciertos sectores de los medios locales. “La palabra miedo creo que no la ha nombrado ningún compañero, el miedo lo han puesto más ustedes (periodistas)”.
Chile enfrenta a una Albiceleste subcampeona mundial y que vapuleó 6-1 a Paraguay en las semifinales. Messi no anotó pero participó en todos los goles, y dio un recital de pases y regates. Los anfitriones, en cambio, sufrieron para superar 2-1 a Perú, un rival que jugó casi todo el encuentro con un hombre menos tras la expulsión del central Carlos Zambrano.
La Roja también se benefició por la expulsión del delantero Edinson Cavani en el triunfo 1-0 sobre Uruguay por los cuartos, un encuentro que terminó en polémica por la provocación del chileno Gonzalo Jara, luego sancionado por el resto del campeonato.
“Estamos (en la final) con mucho derecho y con mucho orgullo, no vale al caso referirse al arbitraje”, zanjó Bravo ante cualquier suspicacia de que el local haya recibido alguna ayuda.
El portero recalcó que Chile mantendrá la identidad que le impuso su técnico Jorge Sampaoli —presión alta, posesión del balón, ataque incesante— incluso ante un adversario como Argentina que acaba de redondear su mejor actuación del torneo, que comparte la misma filosofía y que cuenta con delanteros como Messi, Sergio Agüero y Ángel Di María.
“Sería un poco regalar la final si nosotros renunciamos a nuestras posibilidades, a nuestra identidad. Desde hace tiempo atrás venimos haciendo el mismo fútbol”, afirmó.
Sostuvo que a Chile le ayuda haber sido protagonista en los dos últimos mundiales, en los que alcanzó los octavos de final, además de contar con jugadores con experiencia en clubes grandes de Europa. El propio Bravo viene de conquistar un triplete liga-copa-Champions con el Barcelona.
Más aun tomando en cuenta que Chile busca su primer título continental, y que las expectativas son enormes para una generación dorada que cuenta con figuras como Bravo, Arturo Vidal (Juventus) y Alexis Sánchez (Arsenal).
“Te prepara de buena manera, tener vivencias similares en cuanto a exigencia de partidos, claro que las tenemos”, indicó.
Agregó que el plantel no se siente satisfecho por haber llegado a la final.
“El hecho de jugar una final para muchos ya es sinónimo de sentirse pagados. Para nosotros no, no nos compensa”, afirmó. “Qué mejor que ganar la Copa América que jugando en casa”.
OBO