En un momento de máxima fragilidad de los mercados en Europa y Asia, la plaza más importante del continente americano, Wall Street, vivió ayer un “apagón” de más de tres horas que dejó inactivas las operaciones de viva voz y que se tradujo en una jornada de pérdidas notables en esta plaza que contagió a las bolsas del continente.

 

A las 11:32 hora local (15.32 GMT), las operaciones se interrumpieron en la bolsa de Nueva York (NYSE) por un “fallo técnico” que nunca se llegó a aclarar, pero que se prolongó hasta las 15:10 horas (19.10 GMT) en medio del estupor de los inversores, que, eso sí, siguieron haciendo uso de las operaciones electrónicas, que no se vieron dañadas.

 

La teoría de la conspiración, alimentada por el hecho de que también la página del Wall Street Journal quedó bloqueada, fue desmentida por las autoridades y por la propia NYSE, pero lo cierto es que en ningún momento se llegó a dar una explicación convincente.

 

El batacazo de los tres índices de Wall Street fue bastante significativo, si bien es cierto que, preocupado por Europa y por Asia, había amanecido a la baja y las horas de fallo técnico sólo acentuaron la tendencia.

 

El hundimiento de las bolsas de Asia se sumó a las preocupaciones que ha vivido el mercado bursátil en los últimos días por la falta de soluciones definitivas en las negociaciones que mantiene Grecia con sus principales acreedores para superar su crisis financiera.

 

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, afirmó que el caso de Grecia y el de China deben ser vigilados de forma estrecha, aunque no hay motivos para pensar que representen una “amenaza inmediata” para el crecimiento económico de EU.

 

Pero, en el caso de China, las caídas del miércoles se suman a otras de fechas previas, pueden significar un retroceso en la dinámica del gobierno de Pekín para generar mayores reformas económicas en ese país, según Lew.

 

Ya desde el lunes los analistas de Wall Street estaban sugiriendo pasar la página por el caso griego y enfocar la atención en China, lo que quedó confirmado con las caídas de ayer en los mercados de ese país asiático.

 

Según el analista Mark Spellman, las turbulencias chinas pueden llegar a impactar en los mercados de EU en una proporción de 9 a 1 respecto a la crisis de Grecia, donde las empresas estadunidenses tienen una exposición mínima.

 

En tanto, las bolsas latinoamericanas cerraron con pérdidas siguiendo la senda de Wall Street, el principal referente bursátil del mundo, y de los mercados de China, uno de los principales compradores de materias primas de la región.

 

De esta tendencia negativa se lograron desprender las plazas europeas, que acabaron con el pesimismo de las últimas cuatro sesiones después de que Grecia solicitara un nuevo rescate económico y se comprometiera a asumir más reformas.

 

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