El Autódromo Hermanos Rodríguez, que recibirá el Gran Premio de México del 30 de octubre al 1 de noviembre, registra avances en su remodelación de 75 a 90 %, dijo hoy el ingeniero Christian Epp, de la empresa alemana Tilke, encargada de la obra.
Los organizadores deben reportar sus avances a los directivos de Fórmula 1, quienes a mediados de agosto deben otorgar el visto bueno para que la máxima categoría del automovilismo regrese a México tras 23 años de ausencia.
“Lo importante es que en las próximas seis semanas podemos estar casi al 90 %, y el 10 % restante se completará en las últimas seis u ocho semanas antes del Gran Premio”, dijo Epp a medios en un recorrido por las instalaciones.
La pista, que ya se está asfaltando, “está entre 75 y 80 %, igual que la enfermería y el centro de prensa, y el edificio de pits ya está entre 85 y 90 %”, añadió.
Epp, representante de Tilke, dijo que prácticamente en un mes la empresa tiene que decirle a las autoridades: “Estamos listos para recibir a la F1”.
Contó que el británico Charlie Whiting, delegado de seguridad de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y director de las carreras de Fórmula 1, cumplirá este viernes “una breve visita no oficial” al autódromo mexicano y después habrá de concretar la oficial, probablemente a mediados de agosto, “para dar el visto bueno”.
Recordó que Whiting es quien tiene “que decir al final si esto funciona o no; tiene mucha experiencia, ha visto muchas pistas en todo el mundo y está confiando en que lo vamos a lograr a tiempo”.
A prácticamente tres meses de la carrera, Epp consideró que no habrá problemas con las fechas de entrega. “Pero tenemos que seguir trabajando fuerte. No se puede parar y, al contrario, tenemos que seguir con el ritmo duro con el que hemos estado trabajando” y hasta pocas semanas antes del Gran Premio.
Explicó que las lluvias que se han registrado los últimos días en la Ciudad de México interrumpieron las obras, pero estaban dentro de las previsiones de la remodelación.