LONDRES. El ministro británico de Economía, George Osborne, anunció nuevos recortes en el estado del bienestar a fin de conseguir su objetivo de eliminar el déficit en 2020, al tiempo que introdujo incentivos fiscales para particulares y empresas.

 

Osborne, cuyo partido conservador ganó los comicios legislativos del 7 de mayo pasado, presentó en la Cámara de los Comunes el primer presupuesto de un Gobierno “tory” en solitario desde 1996, para el ejercicio 2015-2016 y con el que cumple su promesa electoral de reducir el gasto público a costa de las prestaciones sociales.

 

En una primera fase de recortes -la segunda, correspondiente a los presupuestos ministeriales, se detallará en otoño- la factura social se reducirá en 12 mil millones de libras (216 mil millones de pesos) en tres años, con la eliminación de la ayuda de vivienda para menores de 21 años y la transformación en préstamo de la beca de manutención otorgada a universitarios sin recursos.

 

Además, se rebajará de 26 mil a 23 mil libras anuales (de 655 mil a 579 mil pesos) en Londres la cantidad máxima que una familia puede pedir en ayudas estatales, mientras que las personas en vivienda social con ciertos ingresos deberán pagar un alquiler a precio de mercado.

 

Gracias a una mayor recaudación de impuestos en 2014, Osborne ha distribuido en tres años, en vez de dos, esos primeros recortes, que ascenderán a 37.000 millones de libras (unos 932 mil millones de pesos) en toda la legislatura.

 

La intención del llamado “canciller del Exchequer” es reducir progresivamente el déficit presupuestario, para lo que también cuenta con atajar la evasión fiscal, hasta lograr un superávit del 0.4% de los ingresos nacionales en 2019-2020, un año más tarde de lo previsto.

 

Su plan para los próximos cinco años es reposicionar al Reino Unido “de una economía de salarios bajos, impuestos altos y muchas ayudas sociales a un país con sueldos altos, impuestos bajos y menos ayudas”, dijo.

 

Al presentar el presupuesto, el ministro anticipó que la economía británica crecerá en 2015 un 2.4% (por debajo del 2.5% pronosticado en su última intervención en marzo), un 2.3% en 2016 y un 2.4% en 2017.

 

En su respuesta a la propuesta gubernamental, la líder en funciones del Partido Laborista, Harriet Harman, criticó que los conservadores se presenten desde las elecciones como la formación de “la gente trabajadora”, cuando quieren apuntalar la economía “a expensas de que la gente vaya a peor”.