No cabe duda que la globalización en el mundo financiero ha traído consigo una mayor especialización en las inversiones de diferentes tipos de portafolios como las Siefores, Fondos de inversión, Fondos de Pensiones o bien en inversiones particulares en todo el mundo.

 

El movimiento en las divisas genera que la rentabilidad de un mercado como el mexicano esté expuesto a las condiciones internacionales como ha sido la caída en los precios del petróleo, la desaceleración de la economía de China, el contexto de Grecia y el Eurogrupo, la inconsistencia de la economía de Japón o en su caso información económica en Estados Unidos.

 

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Si a diferencia de muchos países, México se ha caracterizado en los últimos 15 años por mantener una estabilidad macroeconómica a pesar de los tres cambios de administración, ¿Por qué el peso registra una depreciación superior a 7.0% en lo que va del año?

 

Por un lado, las decisiones de política monetaria mundial en donde algunas economías como la de Japón, China, la Eurozona, entre otros, buscan estabilizar las condiciones de su economía, con una inflación que permita un sano crecimiento en cada una de ellas. Mientras lo logran, las autoridades monetarias o bancos centrales de estos países o regiones han decidido inyectar muchos miles de millones de dólares por lo que las tasas de interés han ido en lo general a la baja y para el inversionista se vuelve poco atractivo.

 

En contraparte, Estados Unidos, la economía más grande del mundo, logró darle la vuelta a la crisis de 2008 y actualmente refleja crecimientos estimados entre 2.0% y 2.5% para este 2015. Inclusive, sus actuales indicadores muestran cierta recuperación que ha llevado a concluir que la contracción de su economía en el primer trimestre del año quedó ahí. En ese sentido, su autoridad monetaria (la Fed) ha venido manejando la posibilidad de iniciar una normalización en sus tasas de interés que hoy en día se ubica entre 0.0 y 0.25%. Por esta razón un aumento en el costo del dinero se empieza a volver atractivo para el inversionista siempre que éste sea “sólo de normalización y ordenado”.

 

Nuestra primera conclusión es que son los factores externos los que mayor injerencia tienen en el movimiento cambiario por el momento. Lo que sí es importante considerar es que si a este entorno internacional le sumamos una responsabilidad interna en el manejo de las finanzas públicas y una mejoría en el nivel de consumo, así como la posibilidad de que la Comisión de Cambios decidiera modificar o aumentar acciones encaminadas al orden en el movimiento del tipo de cambio el peso deberá estar cercano a una zona superior en la que nos mantenemos con un objetivo en este año sobre 16.25 frente al dólar para que inicie un proceso de estabilidad.

 

Al conocer las minutas de la Fed de su reunión del pasado 17 de junio, es claro que la economía viene mejorando respecto al primer trimestre del año. Que aún no se alcanzan las condiciones necesarias para iniciar el movimiento de alza en la tasa de interés. Eso nos lleva a pensar que la Fed podría iniciar quizá con un movimiento de alza de 25 puntos entre septiembre y diciembre próximo, pero que no tiene la condición necesaria para que la economía resista movimientos de alza más agresivos por el momento.

 

Seguramente el Banxico estará actuando de inmediato con un aumento en la tasa de interés y con ello vemos que a pesar de que el peso pudiera aún tener un poco de espacio en el ámbito de una depreciación, ésta deberá de estar más acotada ya. Insistimos en que entre 15.95 y 16.25 podría estar validando una zona superior para ir recuperando espacios.

 

Normalmente julio es un buen mes para el peso estadísticamente hablando en los últimos 15 años, aunque posiblemente volvamos a ver presiones hacia el mes de septiembre. Lo que si creemos es que estamos a no más de un 3 – 5% máximo y a recuperar terreno…