Debido a la revocación de la mayoría de candidaturas a alcaldes en Chiapas, los nuevos aspirantes sólo tendrán cinco días de campaña y todavía no existe certeza si su nombre aparecerá en la boleta electoral.

 

Con la sentencia del TEPJF que obliga a los partidos a respetar la paridad de género y entregar el 50% de candidaturas a alcaldes y diputados locales, la mayoría de los partidos tendrán que sustituir a sus abanderados a 10 días de la jornada electoral.

 

La orden el tribunal fue emitida el miércoles y otorga un plazo de 48 horas a los partidos para acatarla, es decir, hoy las fuerzas políticas deben nombrar nuevos candidatos, quienes tendrán sólo cinco días de campañas porque el periodo de veda electoral inicia el 15 de julio y la jornada de votación se realizará el domingo 19.

 

En consecuencia, de las 122 candidaturas a presidencias municipales, el PVEM debe sustituir 46; el PRI cambiará 44 aspirantes; PAN  sustituirá 11 candidaturas y el PRD 24.

 

Tras conocer la sentencia, la mayoría de partidos en Chiapas acordaron atenderla y cambiar a sus candidatos para lograr la paridad de género a tan sólo 10 días de la jornada electoral.

 

Eduardo Ramírez, líder del PVEM, el que más candidatos tendrá que sustituir, dijo que “darán cabal cumplimiento a la sentencia dictada por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en relación a la exigencia del cumplimiento de la paridad de género”.

 

Hasta el momento, los consejeros del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Chiapas han guardado silencio sobre la omisión en que incurrieron y la estrategia que seguirán para garantizar la equidad de la contienda el próximo 19 de julio a pesar de que la mayoría de candidatos serán sustituidos unos días antes de la jornada de votación.

 

Entre los temas pendientes por aclarar está si los nuevos candidatos aparecerán en las boletas electorales o si tendrán acceso a la tiempos de radio y televisión oficiales durante sus cinco días de campaña.

 

Otro tema será la distribución de los gastos de campaña pues los candidatos que sean ‘bajados” por sus partidos prácticamente ejercieron el 90% del financiamiento para su proselitismo.