Dice el actor José María Yazpik que “el teatro es un regalo, y hacerlo con amigos es un privilegio”, bajo esa premisa reúne en su proyecto a los actores Osvaldo Benavides y Luis Roberto Guzmán, para completar el elenco “ideal” para la obra Cuerdas, un texto original de la joven dramaturga mexicana Bárbara Colio, el cual bajo la dirección de Antonio Serrano, estrenará –por fin- en la ciudad de México.

 

Se trata de la historia de tres hermanos que se reúnen en el aeropuerto de la Ciudad de México, para viajar al continente asiático donde se encontrarán con su padre, el mejor funámbulo de todos los tiempos quien presentará su último gran espectáculo. Frente al espectador, renacen conflictos, dolores y amores del pasado que habían guardado por años debido a la ausencia de sus padres. Dicho así, parece un drama trágico, lo cierto es que estamos frente a una explosión de situaciones a manera de comedia.

 

En este punto, los tres actores coinciden en el humor impregnado en un montaje que, presumen, también es conmovedor. Entrevistados por separado entre caóticas sesiones de fotos, cada uno de los histriones entrega su visión respecto a la obra en cuestión: una revisión al pensamiento masculino desde la pluma de una mujer.

 

Pero vayamos al origen: Un reunión casual fue el punto donde coincidieron Luis Roberto Guzmán, José María Yazpik y el director Antonio Serrano. Hace mucho que no trabajamos juntos, justo ahora tengo una obra, propuso Serrano; Yazpik la leyó y el resto es historia.

 

Al estar frente a una obra de autora mexicana, José María Yazpik –quien junto a su hermano Carlos producen el montaje- habla de su interés por clavarse en la producción de dramas nacionales. “Es importante contar las historias que se escriben en nuestro país, que se hable de lo que nosotros conocemos”

 

Aún para un experimentado actor como lo es Yazpik, cada obra nueva es un reto. Cuerdas en particular lo enfrenta a un personaje “cómico-trágico” con una historia de vida que se contrapone con la personal: Es el sándwich, es el hermano de en medio es “El nadie” de esa familia, cuando en mi familia soy todo lo opuesto: soy el mayor, vengo de una familia muy unida. La fragilidad del ser humano en este personaje, es lo que me llamó.”

 

Sobre este mismo paralelismo, el más joven de la triada, Osvaldo Benavides comparte “Mi familia fue disfuncional, pero de otra manera” y suma que es inevitable tomar aspectos de su personalidad y exponenciarlos en el personaje. Por ejemplo un grado cinismo y sentido del humor acido que acomodan bien con su rol.

 

1

 

Hay bondades al explorar las profundidades de un personaje cuando se trabaja acompañado por amigos, así lo cree Benavides pues, según su experiencia el trabajo se vuelve efectivo cuando hay confianza. Tarea de la que responsabiliza al director de escena Antonio Serrano: “Es un viejo lobo de mar”. El proceso creativo de Cuerdas, cayó como anillo al dedo para Luis Roberto Guzmán. “Venía de pulir, de investigar, de tallerear, de irme del país de tomar unos laboratorios de actuación, y creo que el mejor espacio y el mejor genero para sacar todo eso: lo aprendido y no aprendido, lo que puedes desechar y lo que puedes utilizar, creo que era el teatro.”

 

Justo este espacio, el teatro, permite a los creativos y al publico realizar viajes. Hoy estás en una butaca y más tarde en la sala de espera de un aeropuerto. Eso ocurre en Cuerdas expresa Guzmán: Cuando uno se enfrenta a un viaje uno se vulnerabiliza no sabes a qué te vas a enfrentar, desde el momento en que agarras el taxi en tu casa para llegar al aeropuerto. Todas esas peripecias dramáticas también lleva a esos personajes a vomitar, a hablar de sus debilidades, a odiarse, a quererse.”

 

Siendo los tres, actores que gozan de una importante proyección mediatica gracias a su trabajo en el cine y la televisión, coinciden nuevamente en el reto que es hacer teatro; en las posibilidades creativas, la libertad que brindan las tablas. “El teatro me demanda actuar mejor. No hay trucos estás frente al espectador.”

 

Cuerdas, se presentará en el teatro Ignacio López Tarso del Centro Cultural San Ángel, al sur de la ciudad a partir del 9 de julio.