ASUNCIÓN. El papa Francisco protagonizó hoy una informal y divertida reunión con los jóvenes en la Costanera de Asunción, en Paraguay, y a ellos les pidió, cómo ya había aconsejado otras veces, que hiciesen lío, pero “esta vez organizándolo bien”.

 

Con este acto el pontífice finalizó su gira por Latinoamérica en la que además visitó Bolivia y Ecuador.

 

Francisco habló a decenas de miles de jóvenes concentrados en esta rivera del río Paraguay. “Hagan lío”, les exhortó, “pero ayuden a organizar y arreglar. Organícenlo bien”.

 

El encuentro, con el que el papa concluye su gira por Latinoamérica, comenzó con los testimonios de dos jóvenes que se encuentran en dificultades y sus palabras sirvieron de inspiración al pontífice que se saltó el discurso preparado para instaurar un diálogo con los jóvenes totalmente improvisado.

 

Contó cómo en Roma alguien le dijo: “Siga usted aconsejando a los jóvenes que hagan lío, pero después los líos que hacen los jóvenes los tenemos que arreglar nosotros”, relató arrancando las risas de los chicos y chicas paraguayos.

 

Y entonces les exhortó “Hagan lío, pero ayuden después a organizarlo bien”.

 

Entre los duros testimonios que escuchó el pontífice, está el de Manuel, quien relató una vida de dificultades y de explotación, en medio de la incertidumbre por su futuro, al igual que Liz, una joven de 25 años, que contó cómo se debe ocupar de su madre enferma con todas las privaciones que eso conlleva.

 

De Liz, Francisco valoró su amor y la entrega de su vida a servir a los demás, mientras que de Manuel elogió que en vez de “vengarse de la vida o caer en las adicciones salió a trabajar”.

 

A los jóvenes, reunidos en la Costanera, les recomendó tener un corazón libre, que no les ate a nada y los invitó a ser solidarios, al tiempo que les hizo repetir las palabras que dijo, todos los chicos deben tener en cuenta: “Servicio, solidaridad, corazón libre, esperanza, trabajo y luchar por la vida”.

 

Francisco advirtió que para muchos jóvenes la vida no es fácil y que “la desesperación les empuja al delito, a la delincuencia y a colaborar con la corrupción”.

 

“Salvad a estos chicos y chicas que están en estas situaciones difíciles”, les incitó.

 

El papa indicó que lo que se necesita en la sociedad son “jóvenes de esperanza y fortaleza” y añadió: “No queremos jóvenes debiluchos, que se cansen rápido y que vivan cansados, con caras de aburridos, porque conocen a Jesús”.

 

“¿Tienen la cara aburrida? ¿Tienen la cara triste?”, les preguntó, y la respuesta de los jóvenes, que con sus aplausos interrumpieron las palabras de Francisco, fue un contundente “no”, para después corear al unísono un “no te vayas”.