El presidente de México, Enrique Peña Nieto, inició ayer una visita de Estado a Francia con el propósito de fortalecer la renovada relación entre ambos países y de la que se espera emanen sesenta acuerdos económicos, académicos, científicos y jurídicos.
La visita del mandatario mexicano, réplica del viaje que el presidente de Francia, François Hollande, efectuó el año pasado a nuestro país, se inscribe en una lógica de buen entendimiento bilateral, superado el desencuentro en torno a la liberación en 2013 de la ciudadana francesa Florence Cassez, encarcelada siete años en México.
Peña Nieto quiso subrayar la importancia de la cooperación científica y académica entre México y París colocando como primer acto de su agenda la rúbrica de una serie de acuerdos para impulsar la alianza estratégica al respecto entre ambas naciones. Entre ellos la firma de un convenio entre el IMSS, la Universidad Claude Bernard Lyon 1 y Los Hospitales Civiles de Lyon para la Especialidad de Trasplante Hepático.
Peña Nieto, condecorado en el acto con la medalla de la Universidad de la Sorbona, siendo el primer presidente mexicano en recibirla, aseguró que busca que los intercambios intelectuales entre Francia y México sirvan para “generar mayor valor, producción, competitividad, y que eso se traduzca en condiciones de prosperidad y desarrollo” en ambos Estados.
Tras el acto inaugural de la visita, Peña Nieto participó en una recepción oficial en el Palacio de los Inválidos a cargo de la ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, en representación del Ejecutivo galo.
Recibido con honores por el gobernador militar de París, el presidente mexicano participó en una solemne ceremonia castrense celebrada en el recinto donde descansan los restos del emperador Napoleón I.
Rodeado de más de 50 cañones de exposición que custodian el patio de los Inválidos y ante un centenar de uniformados franceses y mexicanos, Peña Nieto escuchó el himno de ambos países junto a Taubira y saludó con ella a la comitiva mexicana invitada al acto.
Al término de la ceremonia, acudió a entrevistarse con los presidentes de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone, y del Senado, Gerard Larcher, preludio del punto más colorido de la visita, que tendrá lugar mañana, cuando Peña Nieto participe en el desfile militar del 14 de julio que recorrerá los Campos Elíseos
“Es la primera vez que México es país invitado de honor a la Fiesta Nacional de francesa, lo cual testimonia el nuevo momento de la relación que viven Francia y México y que estamos acercando a distintos actores de diferentes ámbitos para que en este acercamiento nos permita compartir experiencias”, señaló.
El jueves, último día del viaje oficial, Peña Nieto se reunirá con el presidente francés y ambos tendrán ocasión de “intensificar e imprimir una nueva vitalidad a la relación entre Francia y México”, según resumió el mandatario mexicano.