El presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Martí Batres, puso cuatro condiciones al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, para concretar el encuentro que quedó truncado el pasado jueves.
La primera condicionante es que el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, salga del gabinete presuntamente “por haber metido las manos en la elección en Iztapalapa y en todo el Distrito Federal.
El segundo punto es que “se sancione a todos los funcionarios que incurrieron en la compra del voto, desviación de recursos y actos de violencia en contra de los militantes de Morena”.
El tercero es “que saquen las manos del Tribunal Electoral del Distrito Federal” y finalmente que se ponga un “alto a la guerra sucia que es tolerada desde el GDF”.
El pasado jueves Mancera Espinosa recibiría al presidente de Morena, pero un día antes Batres anunció que no acudirían porque estaría presente Héctor Serrano, a quien han descalificado como interlocutor con el Gobierno del Distrito Federal.
Ayer en conferencia de prensa Mancera aseguró que la invitación estará abierta para Morena y todos los partidos, sin embargo, no dio una fecha en la que se podría dar el encuentro.