Los especialistas en asuntos energéticos se  fueron quedando perplejos conforme se  presentaban  las ofertas de la licitación de los 14 campos petroleros de la Ronda Uno. Al final del evento estaban “shockeados” porque el  concurso resultó un fracaso ya que sólo se asignaron un par de paquetitos que contienen algunos campitos.

 

Los observadores políticos objetivos e imparciales se apresuraron a preguntar: ¿Y las largas filas de inversionistas nacionales y extranjeros que estaban interesados en entrarle al negocio petrolero, según funcionarios del gobierno, empresarios y banqueros  dónde quedaron?  ¿Habrá sido una ilusión? ¿Acaso nos volvieron a engañar con  el rollo de la abundancia de las inversiones petroleras?

 

Pemex-plataforma

 

A juicio de los expertos en la materia que terminaron “shockeados”, resulta extraño el comportamiento de las empresas que se inscribieron y analizaron los 14 bloques  porque le invirtieron tiempo, dinero y esfuerzo, y al final decidieron que a los precios fijados y de acuerdo a los requerimientos de México, pues mejor no presentaban ofertas.  Sólo nueve de las 24 empresas y consorcios (17 independientes y 7 grupos) que fueron precalificados presentaron sus documentos en el evento de la licitación.

 

En cuatro de las áreas  no adjudicadas,  distintas empresas presentaron sus ofertas pero éstas no cumplieron con los valores mínimos establecido por la Secretaría de Hacienda, por lo que fueron descalificadas. (Bueno, al final del evento, el subsecretario de esta dependencia  Miguel Messmacher, dijo que las ofertas en tres bloques se quedaron a “un pelito”, o lo que es lo mismo “ya merito”.

 

En las explicaciones sobre lo que parece un fracaso, el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda, dijo que la licitación no tuvo el impulso deseado. ¿O sea que el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, la subsecretaria Lourdes Melgar y su equipazo no le echaron ganas al asunto? Preguntan los bisoños. Pues por los resultados, lo que se observó fue que les faltó estrategia. Bueno, no se les puede pedir eso cuando en diversas intervenciones antes de la licitación mostraron un completo  desconocimiento  del sector, además de  inexperiencia.

 

Hace tres meses expusimos en este espacio la siguiente opinión de los expertos: Lo que no hay que perder de vista es que es que sin duda el cambio en el entorno  del mercado petrolero ha impactado  seriamente la expectativa de crecimiento económico y de la participación de inversionistas en el sector petrolero. También es cierto que fue un error sobre vender los resultados esperados. Los impactos de inversiones en la industria petrolera –de darse en forma abundante como dijeron los promotores de la venta de los proyectos–   serían a mediano y largo plazo. La ejecución de los proyectos, sea en exploración y producción de hidrocarburos  o en la construcción de una refinería  (que nadie quiere hacer)  tardarán varios años, siempre y cuando lo hagan bien, decían.

 

¡Y ahí están los resultados de la licitación de la Ronda Uno del día de ayer: pé-si-mos!  Exclaman ahora los mismos expertos.

 

Ni modo. Tampoco en esta ocasión pudimos hacer historia en  la apertura a los inversionistas nacionales y extranjeros en las áreas de exploración y producción petrolera, comentan los agoreros del desastre.

 

Lo preocupante para los 120 millones de habitantes es que, fuera de los proyectos petroleros,  México ya no tiene qué vender. Bueno, tal vez un cachito de territorio, aunque con la inseguridad que existe en el país nadie lo va a querer comprar.

 

AGENDA PREVIA

 

¡Otra cabeza que rueda; aunque también chiquita! Exclaman los observadores políticos. El titular de la División de Inteligencia de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño García, fue removido de su cargo. En su lugar designaron a Damián Canales, quien dicen los que lo conocen tiene amplia experiencia y trayectoria en instituciones de seguridad pública, y  significa su regreso a la Policía Federal, toda vez que con anterioridad se desempeñó como titular de la División de Investigación.

 

El cambio en cuestión es un relevo institucional; un movimiento totalmente ajeno al boletín donde se anunciaron las destituciones de funcionarios presuntamente involucrados en la fuga de “El Chapo”,  comentaron voceros oficiosos. Qué bueno que lo aclaran porque las mentes cochambrosas estaban pensando otra cosa. El futuro de Pequeño García es la titularidad de la División Científica para fortalecer las capacidades de esta área en el marco del Nuevo Sistema Penal Acusatorio.