WASHINGTON. El expresidente estadounidense George H. W. Bush continúa hospitalizado con pronóstico “favorable” debido a la ruptura de una vértebra del cuello, y hoy recibió una llamada del actual mandatario, Barack Obama, quien le deseó una “rápida recuperación”.

 

El presidente Obama telefoneó a Bush “para desearle una rápida recuperación”, según aseguró a los periodistas el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Eric Schultz.

 

 

Obama “envió sus mejores deseos de su parte y de la primera dama”, Michelle Obama, añadió Schultz.

 

Bush, de 91 años, fue hospitalizado este miércoles al romperse un hueso del cuello en una caída en su casa de Kennebuckport, en Maine, pero sus médicos esperan una recuperación completa sin necesidad de una intervención quirúrgica.

 

El expresidente “sigue hospitalizado con pronóstico favorable en el Centro Médico Maine en la localidad de Portland”, indicó hoy la oficina de Bush en un comunicado.

 

Bush “nunca perdió la conciencia, y la lesión que sufrió no vulneró su columna vertebral ni resultó en ningún déficit neurológico”, por lo que “sigue teniendo un uso normal de sus extremidades”, según el comunicado.

 

“El plan es dejar que esta lesión se cure sola sin cirugía”, por lo que Bush “permanecerá en el hospital para que le pongan un collarín para inmovilizar el área lesionada”, además de “para seguir su terapia física y su evaluación”, añadió la oficina.

 

Por ahora, no hay fecha prevista para su alta hospitalaria, pero los médicos no creen que vaya a permanecer ingresado de forma “prolongada”.

 

George H.W. Bush fue el 41º presidente de Estados Unidos, tras haber sido vicepresidente bajo los dos mandatos de Ronald Reagan, y es padre del también expresidente George W. Bush (2001-2009) y del exgobernador de Florida y aspirante a la candidatura republicana para 2016 Jeb Bush.