Hoy en día, los problemas de inseguridad pública, la plataforma de producción petrolera y la economía mundial representan factores con los que la economía mexicana y el gobierno federal se estarán enfrentando en este segundo semestre del año para alcanzar la meta de crecimiento que debería situarse alrededor de 2.50%.
Ante lo suscitado en la parte internacional con el desarrollo de Grecia y la necesidad de un tercer rescate, o la desaceleración de la economía de China y la caída de su bolsa en las últimas semanas o las comparecencias de Janet Yellen, en las que refuerza la expectativa de iniciar un ciclo moderado en las tasas de interés durante 2015, representan eventos que pueden incidir en el desarrollo de nuestra economía.
Recientemente, el FMI ajustó a la baja la expectativa de crecimiento para México en 2015 a 2.4% derivado del bajo crecimiento de la economía americana durante el primer semestre, también nos encontramos que hasta ahora el gasto federal está creciendo más que los ingresos y la inversión en infraestructura se ha reducido vs el aumento en el gasto corriente.
El consumo durante este primer semestre del año viene creciendo a tasas moderadas apoyado por un aumento en la generación de empleos y un crecimiento moderado de poco más de 2.0% anual en el ritmo de las remesas familiares. Sin embargo, al observar la producción industrial vemos una clara desaceleración en estos últimos meses.
Estamos iniciando el segundo semestre del año donde se tiene una expectativa de que Estados Unidos mejore su ritmo de crecimiento y eso contribuya a que nuestra economía tenga encendido un motor. Sin embargo, ¿Qué va a hacer el gobierno en estos siguientes meses?
La necesidad de un control en el gasto corriente por parte del gobierno federal podría afectar un poco el crecimiento interno y también el riesgo de una mayor depreciación en el tipo de cambio podría frenar algunas inversiones directas de empresas, especialmente con capital nacional.
El nivel de inflación por debajo de 3.0% marca una señal de estabilidad y poca presión para el Banxico en su afán de apoyar el crecimiento de la economía. En el segundo semestre del año vendrá el ciclo de alza en la inflación, pero los estimados de cierre de año la ubican cerca de este nivel de 3.0%.
La primera licitación de la Ronda Uno quedó por debajo de las expectativas del gobierno. No obstante, aún vendrán otras cuatro que podrían mejorar su condición y ver que la reforma energética tendrá un impacto positivo en el crecimiento de nuestra economía en el mediano plazo.
Así mismo, seguimos viendo un tipo de cambio sensible al entorno internacional y la posibilidad de que la FED inicie en este último cuatrimestre del año su ciclo de alza en la tasa de interés reduce la confianza de inversionistas y consumidores. Inclusive el Banxico ha dejado en claro que seguirá el ciclo de alza de la Fed en la tasa de interés doméstica.
El reto para lograr un crecimiento del orden de 2.5% para este segundo semestre del año es alto. También vendrá ya la presentación del presupuesto 2016 en octubre, que seguramente validará el control del gasto gubernamental ante menores ingresos petroleros para el país.
El precio promedio diario de la mezcla mexicana en este 2015 está marginalmente debajo de los 50 dólares por barril cuando en los “pre-criterios” se estimó un precio promedio de 55 dólares. Es una incógnita saber cómo están diseñando las coberturas petroleras para el próximo año y su impacto en el gasto. Pero queda claro que con estos niveles en los precios del petróleo, el recorte rondará entre 115 y 120 mil millones de pesos, en el gasto federal para este 2016 son casi un hecho.
El escenario macro en México junto con el entorno internacional muestran que los mercados financieros, tanto la bolsa (el IPyC) como las tasas de interés y el tipo de cambio seguirán teniendo momentos de alta volatilidad sin tener una tendencia clara hacia los siguientes meses. Las estadísticas mensuales de agosto, septiembre y octubre confirman un ciclo de aumento en la operatividad pero con grandes variaciones.