SANLIURFA. El grupo Estado Islámico ya prepara a la nueva generación de extremistas. Todos los niños que han ido a su campo de entrenamiento han visto videos de decapitaciones y sus guías les dicen que algún día estarán a cargo de realizar una.
Para practicar sus técnicas, cada uno de más de 120 niños recibió un muñeco y una espada para que le cortaran la cabeza.
Un niño de 14 años que estaba en el grupo de chicos, todos secuestrados a familias de la minoría religiosa yazidi de Irak, dijo que no podía cortar bien la cabeza. Lo intentó una, dos y tres veces.
“Luego me enseñaron cómo sostener la espada y me dijeron cómo dar el golpe. Me dijeron que era la cabeza de un infiel”, dijo el muchacho, rebautizado Yahya por sus secuestradores del Estado Islámico, en una entrevista con The Associated Press la semana pasada en el norte de Irak, a donde huyó tras escapar del campo de entrenamiento.
Cuando los extremistas del Estado Islámico invadieron ciudades yazidíes en el norte de Irak el año pasado, masacraron a los ancianos y esclavizaron a muchas de las mujeres y las niñas.
Decenas de jóvenes, como Yahya, tuvieron un destino diferente: el grupo radical trató de reeducarlos. Los obligó a abandonar su religión y convertirse al Islam, antes de tratar de convertirlos en combatientes yihadistas.
Es parte de un esfuerzo concertado por los extremistas para construir una nueva generación de milicianos, según entrevistas realizadas por AP entre residentes que lograron huir o que aún viven en zonas dominadas por el Estado Islámico en Siria e Irak.
El grupo está reclutando adolescentes y niños mediante regalos, amenazas y lavado de cerebro. Los menores son convertidos en asesinos y terroristas suicidas.
Un video publicado la semana pasada mostraba a un niño decapitando a un soldado sirio bajo la supervisión de un extremista adulto.
El mes pasado, un video mostró a 25 niños apuntando a las cabezas de 25 soldados sirios capturados antes de disparar resueltamente.