RESERVA NATURAL ENTABENI, Sudáfrica. Las víctimas más vulnerables del azote de caza ilegal en Sudáfrica son los rinocerontes bebés que sobreviven a la muerte a tiros de sus madres. Una reserva natural los protege hasta que puedan volver a la vida silvestre. Una veterinaria mexicana trabaja en el orfanato.
Muchos probablemente mueren de deshidratación y otros peligros al quedar solos en la naturaleza, pero algunos tienen suerte y terminan en el Orfanato de Rinocerontes, donde varios empleados se vuelven “madres” de los pequeños traumatizados al alimentarlos, acompañándolos en caminatas y consolarlos hasta que puedan regresar a la naturaleza.
Los críos aprenden a reconocer sus voces, dormir en establos, beber sustitutos de leche, rodar en el lodo y jugar entre ellos y sus cuidadores humanos, que procuran no ser tirados o heridos por estos bebés grandes e inquietos.
El orfanato toma medidas extremas para proteger a esos rinocerontes de los cazadores, al estar cerrado para todos menos visitas selectas y sin notificar su ubicación exacta. Los gerentes sólo han dicho que está cerca de un centro turístico tipo safari en la reserva natural Entabeni en la provincia Limpopo, a unas tres horas en auto al norte de Johannesburgo.
“Estos rinocerontes estarían muertos si no hubiera un lugar donde enviarlos”, dijo a The Associated Press la veterinaria mexicana Gabriela Benavides, que trabaja en el orfanato.
Benavides habló desde un recinto donde tres rinocerontes -Faith, Lunga y Matthew, todos menores a un año- descansan, trotan y beben agua de contendores. Los rinocerontes se acercaron a las visitas tras una barrera de madera, dejándose tocar y acariciar la piel áspera de sus cabezas.
Sudáfrica, hogar de la mayor parte de los rinocerontes del mundo, ha estado bajo fuerte presión de los cazadores furtivos, que han matado a más de mil 200 de los rinocerontes del país en 2014 y que los han matado a una tasa alta este año para cubrir la gran demanda de sus cuernos en partes de Asia.
Hay compradores asiáticos que creen que el cuerno del rinoceronte, molido para volverlo polvo, tiene beneficios medicinales, aunque no hay evidencia científica que lo respalde. El cuerno está hecho de queratina, una proteína que también se encuentra en las uñas de los humanos.
El servicio de parques nacionales de Sudáfrica rescató a 16 rinocerontes huérfanos en 2014. Una decena fueron puestos bajo atención especial y cuatro con madres sustitutas en recintos gubernamentales, dijo en mayo la ministra de medio ambiente, Edna Molewa.
“El objetivo final es que los huérfanos sean reintegrados a una población que funcione y crezca normalmente”, dijo Molewa.
Fundado en 2012, el Orfanato de Rinocerontes dice que ha criado y liberado exitosamente a nueve rinocerontes. Por motivos de seguridad, el equipo no dice cuántos rinocerontes están en sus instalaciones.
Los residentes internacionales que atienden a los rinocerontes abren la configuración de sus cámaras y teléfonos para desactivar las funciones de geolocalización y no suben fotografías ni videos a las redes sociales, ya que el orfanato tiene miedo de dar a conocer su ubicación, dijo Fortunate Phaka, líder de proyecto del grupo, llamado Youth 4 African Wildlife.
“Intentamos que sea lo más secreto posible y al mismo tiempo crear conciencia”, dijo Phaka. “Es difícil intentar conseguir dinero para algo que la gente no tiene permiso de ver”.
Benavides dijo que es gratificante rehabilitar a rinocerontes huérfanos, pero que también es estresante porque “no sabemos qué les pasará cuando finalmente los dejemos ir”.