Tuvo que ser con un penal, obsequio del árbitro por una falta inexistente sobre Oribe Peralta, sobre la agonía del segundo tiempo extra. Entonces llegó Andrés Guardado y, al minuto 123, México logró al fin el gol con el que el Tri venció a Costa Rica y así meterse a las Semifinales, donde se medirá a Panamá.

 

En el duelo preliminar, Panamá tardó más de lo convenido en definirse como el semifinalista, que se medirá al Tri en busca de la Copa Oro.

 

El duelo del Tricolor fue un sufrir, sufrir y sufrir. Y todo, por la falta de gol. Mal primer tiempo, gran mejoría en el segundo, pero sin nada para hacer estallar la garganta. No hay duda, México tuvo las oportunidades muy claras, pero con el problema de siempre: sin calma en la definición.

 

Sobre todo en la segunda parte, con un Tri absoluto, pero sin gol. A Oribe Peralta no se le puede negar el esfuerzo pero, definitivamente, no anda fino. Ahí quedó la que se perdió, en el segundo lapso, a pase de Carlos Vela con el arco frontal, pero en jugada que terminó por reventar el poste del lado izquierdo.

 

¿Y Vela? El 11 mexicano no se perdió una, ni dos, sino tres oportunidades, dos de ellas claras, con movimientos de desmarque brillantes, pero con definiciones para los paisanos que recibieron el balón como recuerdo en las tribunas.

 

Fue tiempo de lamentos en la cancha, de Vela tirado contra el césped, de El Piojo resoplando por un gol, de Oribe raspando los dientes y maldiciendo. Incluso ni con la revolución que aportó Esquivel en su ingreso la situación mejoró. No se diga cuando El Tecatito entró a la cancha y desquició a la zaga tica, pero de nuevo, nada, cero contundencia.

 

Ahora no falló el director técnico, ni se tardó con los cambios, simplemente que sus delanteros nada más se negaron a resolver. Y entonces. ¡Tiempo extra! En un partido que el Tri debió resolver en 90 minutos. Y México siguió dominando, pero sin gol. Y luego, ¡penales! Al menos uno, sobre el tiempo agregado del segundo tiempo extra, un regalo del árbitro del encuentro para los que ayer vistieron de negro. Andrés Guardado al fin dejó salir el grito de gol. México va a semifinales, aunque eso sí, cuánto sufrimiento para avanzar.