¿Quién le habrá sugerido al ex panista y cuasi priista Gerardo Buganza Salmerón que renunciara a la Secretaría de Gobierno del estado de Veracruz para convertirse en candidato independiente a la gubernatura el próximo año? Preguntan los analistas políticos bisoños. ¡Pues quién más si no Fidel Herrera Beltrán, quien sigue siendo el rey en aquella entidad! Exclaman los enterados.
Para nadie es un secreto que desde que Herrera ganó la elección para gobernador a Buganza (entonces panista) apenas por 26 mil votos, aquél se convirtió en su principal promotor político-financiero. Primero, ya como gobernador, claro, Fidel lo recompensó comprándole unas 200 patrullas a la agencia de autos donde la dueña era la esposa de Gerardo. Los suspicaces afirmaron en aquel entonces que hubo otros negocitos. Al final de su mandato, Fidel le ordenó a Javier Duarte (actual gobernador) que lo hiciera secretario de Gobierno, cargo que ocupó hasta la semana pasada.
Llaman la atención los argumentos de Buganza para tomar la mencionada decisión. Dijo: “Quiero encabezar un movimiento que regrese el sentido ciudadano a la política, el que debe servir para que la gente pueda vivir y superarse; el que de medios para asegurar nuestro presente y su futuro… este proyecto al que invitaré a toda la ciudadanía a que se sume, no es producto de una ocurrencia o una persona.
Es la legítima expresión de quienes estamos hartos de los partidos políticos… se requiere un cambio de fondo, pues los partidos se han convertido en aparatos ineficientes que perfilan candidato que ofrecen lo que no pueden cumplir…” ¿Y después de varios lustros de estar pegado a las ubres de los partidos políticos te diste cuenta de tanta perversidad Gerardo? Le preguntan sus detractores tanto del PAN (al que renunció porque no lo quisieron hacer candidato por segunda ocasión para competir contra Javier Duarte), como los del PRI en donde le dieron cobijo y otras cositas por más de una década.
La decisión de Gerardo Buganza provocó diversas reacciones no sólo en aquel estado sino en la “Nopalera”; pero una de ellas dejó perplejos a los observadores. Domingo Muguira Revuelta publicó un desplegado para decir: No estamos dispuestos a apoyar dicha candidatura. Se solicitará la justicia federal se le investigue por el enriquecimiento ilícito que ha acumulado en tan poco tiempo… como empresario y ciudadano estaré pendiente de que la investigación que se inicie se siga hasta sus últimas consecuencias, expresó el empresario. (Bueno, eso de poco tiempo es un decir, pues ha prestado sus servicios al tricolor por más de una década, acota el columnista).
¿Quién es ese empresario que reacciona airadamente ante el anuncio de Gerardo Buganza de que contenderá por la vía independiente como candidato a gobernador el próximo año?
Ahí les va parte de su biografía que publicamos hace once años en la Agenda Confidencial: Domingo Muguira Revuelta es un cafetalero que durante algunos años se la pasó huyendo porque la extinta Financiera Nacional Azucarera lo había acusado de malos manejos en los ingenios Juchitán y Santo Domingo. Junto con algún exdirector de la Lotería Nacional le prometieron a Carlos Cabal Peniche cuando este andaba “a salto de mata” que lo podían “ayudar” con el doctor Ernesto Zedillo. En 2004, la Procuraduría Fiscal intentó “echarle el guante” porque al parecer descubrió que su fortuna era dudosa.
¡Ay arriba y arriba y arriba iré…! Cantan a Gerardo y a Domingo.
AGENDA PREVIA
La resolución que próximamente emitirá el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) con respecto a i existe o no agente con poder sustancial en el mercado de audio y video asociado, podría poner en riesgo una de las políticas más ambiciosas del Ejecutivo Federal: la relativa a la Inclusión Digital Universal.
Esta iniciativa que contempla, entre otras cosas, el fomento a la inversión privada en aplicaciones de telesalud, telemedicina y Expediente Clínico Electrónico, podría verse afectada si el órgano regulador toma una decisión que desincentive la inversión en el sector de telecomunicaciones, señalan los especialistas. Y es que muy probablemente las empresas que están invirtiendo en infraestructura de banda ancha para competir con el preponderante en telecom (Telmex-Telcel), podrían dejar de hacerlo si son castigadas o paralizadas por el Instituto.
El órgano regulador que preside Gabriel Contreras deberá analizar los riesgos que tendría emitir una resolución que regule de más a los pocos competidores en el mercado de las telecomunicaciones. ¿Será mucho pedir?