No es novedad que lo ajeno a ese universo alterno, parezca inexistente en la realidad. Tampoco que quienes estamos inmersos en él, actuemos dando por hecho que todos lo están. Muchísimo menos, que nuestro vocabulario haya incorporado tantos términos de forma tan pronta como aparentemente definitiva.
Lo viral hoy alude, como antaño, a lo que se contagia y expande velozmente a todo rincón del planeta, con la diferencia de que ahora se trata de imágenes y conceptos que pronto irrumpen en la computadora, el teléfono, la rutina, la conversación de cada persona.
Años atrás nos resultaba difícil leer oraciones sin espacios. De hecho, los primeros hashtags que pudimos ver cuando Twitter se convirtió en Twitterland nos causaban severos quebraderos de cabeza.
Tan amplio preámbulo por dos temas: el domingo, el regreso invertido del #NoEraPenal, y ayer la imagen de Joseph Blatter sentado bajo una lluvia de billetes.
Del primer tema tienen más que decir los sociólogos y comunicólogos que los mismísimos analistas de arbitraje o expertos futboleros. Ni el penal concedido a Arjen Robben en Brasil 2014 fue el primer regalo o injusticia en la historia del futbol, ni el obsequiado a Oribe Peralta en la Copa Oro será el último.
Es parte de este deporte, cuando ganas y cuando pierdes, cuando resultas favorecido y cuando resultas perjudicado, cuando conviene y cuando no. Otro tema es que Miguel Herrera sea tan oportuno para hablar al resultar atracado y tan renuente al resultar beneficiado; puestos a ser sinceros, y retomo lo que aquí opiné durante el pasado Mundial: México perdió con Holanda al minuto 94 porque dejó de hacer cosas que tenía que hacer en esa fatídica tarde en Fortaleza y Costa Rica perdió con México al minuto 124 porque el balón estuvo casi de forma permanente mucho más cerca del arco tico que del tricolor.
Pero me desvié, que a lo que iba es al ingenio, la creatividad, la inventiva, para referirse a un episodio como este. Cuando Richard Dawkins inventó el término meme en los años setenta, no podía intuir que cuatro décadas después tendría tal aplicación en la cultura popular.
Según el diccionario de Oxford, es “un elemento de cultura o sistema de comportamiento pasado de un individuo a otro por imitación u otro medio no genético” y proviene del griego mimema, “lo que es imitado”. De ahí a ver a “El Chapo” Guzmán cayendo en el área de Costa Rica, a Robben capacitando a Oribe o a Meryl Streep protestando contra la decisión arbitral, hay larguísimo y muy rápidamente transitado trecho.
Algo parecido ha sucedido a Blatter en su primera comparecencia ante medios de comunicación desde que presentara su dimisión a la silla grande de la FIFA. Un meme sin necesidad de retoques, animaciones, filtros, efectos o texto. Ver bajo una regadera de dólares al hombre que, con o sin razón, es considerado sinónimo de corrupción y totalitarismo en su gestión al frente del deporte más popular del planeta, tuvo un efecto impactante; la ocurrencia del cómico británico Lee Nelson unificó la portada de diarios de todo el planeta y tiende a convertirse en una de las fotografías del año.
Para colmo, lo primero que aseveró el ridiculizado Blatter, fue: “esto no tiene nada que ver con el futbol, tenemos que limpiar esto primero”, frase que acaso debió decirse una y otra vez que el Mundial se concedió a algún país.
#BilletesyPenalesVirales es lo que hay hoy. Ya vendrá otro partido, ya vendrá otro escándalo, ya vendrán sus consiguientes memes o hashtags que viralizarán el debate.