ROMA/ÁMSTERDAM. La policía de Italia arrestó en Brescia a un tunecino de 35 años y un paquistaní de 27 al ser acusados de asociación con fines de terrorismo internacional y de subversión del orden democrático.

 

La investigación comenzó el pasado mes de abril y, según la policía, ha permitido comprobar como estos dos sujetos, “seguidores del EI, desarrollaban una actividad de continua instigación pública en la red”.

 

El tunecino había creado un perfil en la red social Twitter desde el que publicaba mensajes amenazantes hacia Italia mientras que, junto a su cómplice paquistaní, “planeaba la ejecución de acciones terroristas en territorio italiano” en dicha plataforma.

 

Desde ahí publicaban fotografías en las que podía verse cómo la mano de un desconocido sujetaba un papel con mensajes amenazadores escritos con bolígrafo en italiano, francés y árabe y, de fondo, monumentos o estaciones ferroviarias de ciudades como Roma o Milán.

 

“Estamos en sus calles, estamos en todos los sitios. Estamos localizando los objetivos, a la espera de la hora X”, fue uno de los mensajes que aparecieron frente al Coliseo Romano y el Duomo milanés.

 

En una rueda de prensa, el fiscal adjunto de Milán, Maurizio Romanelli, explicó que en las conversaciones interceptadas los dos arrestados hablaban en italiano y planeaban atentar contra la base militar de Ghedi, en Brescia, entre otros objetivos.

 

Por otra parte, un hombre de 29 años fue detenido en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam acusado de haber enviado correos electrónicos con amenazas y extorsiones en nombre del Estado Islámico.

 

El hombre, de 29 años y procedente de Apeldoorn (centro de Holanda), era buscado a nivel internacional.

 

Su detención se produjo el martes, un día después de que enviara un correo electrónico firmado por el EI a diferentes medios de comunicación holandeses en los que aseguraba que se habían colocado explosivos en diferentes puntos del país.

 

El sospechoso pedía la liberación de combatientes rebeldes extranjeros en la guerra civil de Siria y una gran suma de dinero a cambio de información sobre la localización de los explosivos, algunos de los cuales estaban supuestamente en la ciudad de Ámsterdam.

 

La alerta desencadenó una reunión de urgencia entre el alcalde de Ámsterdam, el fiscal jefe de la Fiscalía o el coordinador nacional para el terrorismo y la seguridad.

 

Según la investigación inicial de la policía holandesa, el detenido “no supone una verdadera amenaza”.

 

Las pesquisas sobre la procedencia del correo electrónico guiaron a las autoridades hasta el joven, que estaba en el extranjero cuando envió las amenazas y que fue capturado ayer a su llegada al aeropuerto de Schiphol por la Policía Militar Real.

 

El sospechoso será presentado el viernes ante un juez, señala el diario “AD” en su página web.