¿Serás el último iPod de la historia? Fue la pregunta que me formulé al ver tu más reciente presentación la semana pasada, que me hizo recordar una conversación con una persona que me encargó comprarte hace un par de meses en tu, hasta antes de la presentación, última versión, precisamente porque consideraba que serías el último de tu tipo en la historia.

 

Es por esta reflexión, que decidí escribirte una carta. Espero que sigamos juntos por mucho tiempo, pero uno nunca sabe si tendrá la oportunidad de despedirse de los seres queridos en el momento correcto. Por eso comparto contigo mis sentimientos transformados en palabras.

 

Apple Ipod

 

Querido iPod:

 

Evidentemente, tengo los sentimientos a flor de piel. Me perturba sobremanera la idea de que podrías haberte presentado en público, renovado, por última ocasión. Siento que la revolución digital te ha jugado una mala pasada. Es cierto, los ciclos se terminan para cualquiera; el problema es que tú no eres cualquiera.

 

En principio, ayudaste a resurgir del limbo a la empresa que hoy es la marca más valiosa a nivel mundial, Apple. Tu genialidad, brillo, innovación, y excelencia en la forma de funcionar, dio una luz de genio a tu creador, Steve Jobs. A partir de que tú llegaste al mundo, la vida en esa familia, nunca volvió a ser igual. Llevaste tus esfuerzos por hacer de tu mundo un lugar mejor gracias a la tecnología, a literalmente, impactar al mundo entero. Los grandes no debieran retirarse. No me imagino lo que entonces deberíamos decir a alguien que es mucho más que un “grande”.

 

Pero tu aportación no se queda ahí. Cambiaste la forma en que los seres humanos concebimos una de las cosas que más nos hace sentir vivos, la música. Fue como tocarnos el corazón con una flecha endulzada. Nada más fantástico que llevar todas las historias, el soundtrack de nuestras vidas, en tu empaque, el de un pequeño dispositivo capaz de guardarse en el bolsillo del pantalón. Hasta antes de que tú te presentaras, muchos como yo, cargábamos grandes y siempre insuficientes estuches “portátiles” con discos compactos que de paso, quedaban expuestos a ser deteriorados y algún día dejar de tocar la música que alimentaba mi alma.

 

Lo más paradójico de todo, es que tú, en una de tus formas más modernas, decidiste ser padre de un hijo que hoy es uno de los principales responsables de que tu vida esté en riesgo. No lo hizo a propósito, estoy seguro. Su sangre es de la misma familia, pero como ocurre hasta en las mejores familias, su vigencia y juventud ha ido dejando menos espacio para que figure tu experiencia y madurez. He de decirte, eso sí, que me preocupa saber si tus hijos envejecerán con el mismo éxito que tú. Incluso, me pregunto si habrá otro miembro en la familia capaz de impactar al mundo como tú lo hiciste pues, has visto, el más joven de ellos, todavía un niño en forma de reloj, no parece despertar las expectativas esperadas.

 

Me encanta cómo te ves en tu nuevo traje en color azul, creo que es de mis favoritos. Los otros colores, también te van bien. Creo que muy probablemente, te invitaré a casa, a convivir con los mejores recuerdos, y por qué no, contigo mismo en tus otras versiones que dicho sea de paso, están intactas. Es impresionante tu vitalidad, energía y lo bien que siguen funcionando todos tus órganos vitales, incluso en aquella versión color blanco de pantalla en verde-grisácea de letras oscuras, con una rueda que te daba (y te da), una clase impresionante.

 

Espero en verdad, que no te vayas, pero soy también consciente de la existencia de algo llamado “ciclo de la vida”. Si te vas, será en cuerpo, pues en alma te seguiré conservando. Y estoy seguro que no soy el único que lo hará porque tu nombre ha quedado grabado en la historia de la humanidad.

 

 

A menos de una semana de la presentación de nuevos modelos de iPod, Apple presentó resultados financieros de su último trimestre, en los que recibió un duro castigo al precio de su acción, que derivó en una caída de alrededor de 60 mil millones de dólares en su valor de capitalización. ¿Las razones? Menos ventas de las esperadas en iPhone e iPad (a pesar de que las de su teléfono inteligente fueron muy altas comparadas con periodos anteriores), y una todavía baja adopción del Apple Watch. De la estrella de esta columna pero claramente no de su negocio actual, el iPod, prácticamente ninguna mención.