El nombre KTM remite a muchos a motos de competencia en tierra e incluso al extravagante automóvil X-Bow, pero pocos conocen que la marca austriaca cuenta con un portafolio mayor y que en los últimos años se ha incrementado con gamas de baja cilindrada, naked, turismo, deportivas e incluso eléctricas.
KTM necesita nuevos mercados, por ello escogió a México como sede de la presentación para América Latina del modelo 1290 Super Adventure, una moto doble propósito con una carga tecnológica sobresaliente y un manejo lleno de sentidos. Además, la potencia que ofrece la sitúa en la cima de ese competido segmento donde las referencias eran las italianas, alemanas y japonesas.
En el diseño se observa una parte frontal muy afilada con elementos del carenado (carrocería) que juega una parte importante en aerodinámica. Sobresale el parabrisas que puede regularse en altura y ofrece iluminación LED, apoyada por dos focos en los laterales, a la altura del radiador. En contexto, la última “camada” de motos deportivas (1,000 cc) promedian 200 hp y son ligeras.
La 1290 tiene 160 hp y un torque de 140 Nm con la ventaja de tener 105 Nm desde las 2 mil 500 revoluciones, situándola por arriba del desempeño del bloque V-Twin de mil 690 cc de la Harley Davidson Ultra, nada mal. La tecnología que ofrece es sobresaliente. La suspensión cuenta con modos predeterminados: Soft, Street, Sport y Off Road que varían su dureza, aunque si rodamos en modo suave y hacemos una frenada de emergencia los sensores adaptarán los amortiguadores para que la motocicleta “no se pique” al frente y perdamos el control.
Las opciones de dureza de la suspensión se combinan con los modos del control de tracción: Rain; Off Road con “sólo” 100 hp; mientras que Street y Sport liberan la potencia con diferentes grados de asistencias, permitiendo deslizamiento de la llanta trasera.
Esta moto supera en potencia y prestaciones a la Yamaha Super Tenere, Ducati Multistrada y BMW R 1200 GS, y a pesar de las asistencias electrónicas sigue siendo una moto que maneja el piloto y por momentos se olvida que circulamos sobre más de 230 kg.