WASHINGTON. El gobierno de Estados Unidos abrió una investigación para evaluar los precios de cinco aerolíneas que supuestamente aumentaron sus tarifas en el noreste después de que el accidente de Amtrak en Filadelfia interrumpiera el servicio de trenes, informó el secretario de Transporte, Anthony Foxx.
Foxx le dijo a la prensa que el Departamento de Transporte envió cartas a las aerolíneas en las cuales solicitaba información; las aerolíneas son Delta, American, United, Southwest y JetBlue.
“La posibilidad de que cualquier negocio tratara de aprovecharse de un grupo de pasajeros que se quedó varado debido a una tragedia de esa magnitud es inaceptable”, dijo Foxx.
El departamento estudia si los aumentos de precios violaron regulaciones federales que prohíben a las aerolíneas incurrir en prácticas engañosas e injustas. Las cartas enviadas a las empresas explican que una práctica es “injusta” si “causa o se prevé que cause daños sustanciales a los consumidores”, no puede ser evitada razonablemente por éstos o “no está compensada con beneficios al consumidor o la competencia”.
La investigación se inició en parte como consecuencia de una carta del senador Christopher Murphy, quien se quejó ante el presidente Obama que algunas aerolíneas aumentaron sus precios hasta a 2.300 dólares tras el accidente del tren.
Por separado, el Departamento de Justicia anunció a principios de este mes que investiga la posible colusión entre importantes aerolíneas para limitar el número de asientos disponibles para mantener altas las tarifas. La investigación se centra en saber si las aerolíneas se hicieron saber indebidamente qué tan pronto crearían nuevas rutas, agregarían nuevos vuelos y más asientos. American, Delta, Southwest y United han recibido cartas del Departamento de Justicia en relación a esa indagatoria.
Ocho personas murieron y como 200 resultaron heridas en el accidente del 12 de mayo en Filadelfia. Por razones aún desconocidas, el tren aceleró a 170 kilómetros por hora el minuto previo a tomar una curva en donde la velocidad máxima es de 80 kph (50 mph), dijeron previamente los investigadores. En los últimos segundos se metió el freno a fuerza máxima, pero el tren seguía viajando a más de 160 kph (100 mph) cuando se descarriló.