La iglesia de San Pablo Ahuatempan y sus linderos con los pueblos vecinos del Valle de Cholula, Puebla, ahora son apreciables en un antiguo mapa restaurado, el cual ya es considerado bien nacional.

 

El documento, intervenido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue creado en 1804 y en él se aprecian: una rosa de los vientos indica los puntos cardinales y líneas imaginarias donde se asientan los cerros Tlanimaconi, del Tecajete y Zapotecas.

 

Asimismo, en él aparecen los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, la Sierra de Tlaxcala, Santa Ana Acozautla, San Martín Tlamapa, Santa Isabel Cholula, San Jerónimo Tecuanipan, San Miguel Papaxtla y, por supuesto, San Pablo Ahuatempan.

 

De acuerdo con el INAH, desde la segunda mitad de 2014 y el presente año, en la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), un equipo de seis restauradores, coordinado por la especialista Marie Vander Meeren, trabajó intensa y pacientemente para restablecer el estado del mapa, registrado ya como bien nacional.

 

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Foto: Notimex

Durante siglos, la representación geográfica permaneció “desconocida” en el templo de San Pablo Ahuatempan; sólo los fiscales en turno, responsables de los bienes de la iglesia, tenían idea de un viejo mapa que se mantenía enrollado dentro de una caja y sujeto por un par de bastones.

 

En 2013, a propósito del deslinde de tierras con un pueblo aledaño, el recuerdo del antiguo papel volvió a la memoria.

 

La restauradora del Centro INAH Puebla, Elisa Ávila Rivera, fue el primer contacto que los habitantes de San Pablo Ahuatempan mantuvieron con la institución en la búsqueda por restaurar su histórico documento.

 

Después de una inspección in situ con personal de la CNCPC, se le trasladó con sumo cuidado a las instalaciones de la Coordinación en la Ciudad de México.

 

En el Taller de Restauración de Documentos Gráficos de la CNCPC, además de efectuar diversos análisis para determinar los materiales constitutivos y estado de conservación, se corrigió el plano del mapa y la unión de fragmentos, se eliminaron manchas, residuos de cintas adhesivas y se separó el papel de la tela de soporte, a la cual se le aplicó un aspirado.

 

Marie Vander Meeren, encargada del taller, explicó que el mapa fue ejecutado con un aguado tipo acuarela, con amplia paleta de colores; debido a la “sensibilidad” de los tonos, se hicieron pruebas con distintos solventes hasta elegir el más efectivo y menos dañino para eliminar los residuos del adhesivo.

 

Dicha operación se hizo de manera local sobre una mesa de succión, sin afectar otras zonas de la capa pictórica.

 

Foto: Notimex

Otro paso consistió en cubrir con papel japonés la rotura que corría a lo largo del mapa. “Pusimos un papel de refuerzo en toda su extensión, 126 por 80 centímetros. Los faltantes mínimos de la escena se cubrieron con una pulpa de fibra de papel.

 

“La reintegración de color fue limitada, sólo se hizo un punteo cromático en aquellas zonas donde la unión de fragmentos cortaba la lectura”, detalló la especialista.

 

Para su correcto almacenamiento, los restauradores decidieron que el documento se mantuviera en posición horizontal. Los elementos de tela y papel se unieron a través del montaje y se incorporaron junto con los bastones en la caja de embalaje final. Esto se explicó a las autoridades de San Pablo Ahuatempan, que se encargarán de nuevo de su custodia en el templo.

 

Mientras la gente de la comunidad se guarecía de la lluvia a la espera de su mapa restaurado, el historiador del INAH Francisco González-Hermosillo Adams, les explicó que San Pablo Ahuatempan fue uno de los asentamientos que en 1549 recibieron el título de pueblo bajo jurisdicción de San Pedro Cholula.

 

En 1722, al erigirse la República de Naturales de Santa Isabel Iztaczoatlan (hoy municipio de Santa Isabel Cholula), pasaría a formar parte de su territorio.

 

Entre los relieves acuarelados del mapa de San Pablo Ahuatempan: cerros y poblaciones dispersas con casas de doble teja, aparecen escenas de la faena diaria. Campesinos, tlachiqueros, leñadores, pastores, capataces, oficios y beneficios que en sí mismos son una descripción de la vida en el Valle de Cholula en la postrimería del periodo colonial.