WASHINGTON. Estados Unidos mejoró la clasificación de Cuba en materia de combate del tráfico humano al retirarla de su lista de observación susceptible de sanciones y colocar a la isla en un segundo nivel de los tres que consta su evaluación.
“El gobierno de Cuba no cumple por completo con los mínimos estándares para la eliminación del tráfico, sin embargo está haciendo esfuerzos significativos”, señaló el Reporte sobre Tráfico de Personas 2015 del Departamento de Estado.
Según la dependencia, la evaluación se basa en las acciones tomadas por los gobiernos para detener el tráfico humano definido como aquel realizado con propósitos de comercializar actos sexuales en el que las personas menores de 18 años son inducidas por la fuerza, el fraude o la coerción.
Asimismo, considera el reclutamiento, detención, trasportación, ofrecimiento y obtención de una persona para servicios laborales a través del uso de la fuerza, el fraude la coerción con el propósito de someterla a una condición de peón, servilismo involuntario, cautiverio por deuda, o esclavitud.
El informe destaca que las autoridades en Cuba reportaron progresos para abordar el tráfico sexual en la isla que incluyó el encauzamiento y condena de 13 traficantes sexuales en 2013 y el ofrecimiento de servicios a las víctimas en todos los casos.
Asimismo, apunta que el gobierno cubano reportó a principios de este año que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social encabeza el comité responsable por combatir la violencia sexual y de género incluyendo el tráfico sexual.
Subraya también los esfuerzos gubernamentales para enmendar su código penal en conformidad con los requerimiento del protocolo de Naciones Unidas para Tráfico Humano al que Cuba se adscribió en 2013.
Apunta que el gobierno de Cuba no reconoce que el trabajo forzado sea un problema en la isla, por lo que no reportó esfuerzos para su prevención.
Sin embargo, el informe señala que algunos participantes en las misiones médicas cubanas en el extranjero alegan que las autoridades los obligan a permanecer en ese programa confiscándoles el pasaporte, restringiendo sus movimientos y amenazándoles con revocar sus licencias médicas, entre otros.
Asimismo, subraya que el gobierno de Cuba envía a estudiantes de preparatoria a áreas rurales a trabajar en el campo en época de cosecha, “pero afirma que este trabajo no es forzado”.