En el más reciente Informe Semanal del Vocero de la Secretaría de Hacienda, la dependencia afirma que las reformas estructurales ya están en acción y sus beneficios comienzan a reflejarse en los bolsillos de las familias; aunque no de todas, debió precisar.
Según el vocero, desde su promulgación, el pasado 9 de enero de 2014, a la fecha, la reforma financiera ha hecho algunos milagritos. A saber:
Redujo el costo del crédito: La tasa de crédito promedio para las medianas empresas se encuentra en niveles inferiores a 7%. Para los créditos hipotecarios, la tasa promedio está por debajo de 10%.
Incrementó el crédito: El financiamiento interno al sector privado en marzo de este año fue de 30.9% del PIB, lo que representó un crecimiento anual de 9%. Particularmente el crédito a empresas lleva tres meses consecutivos creciendo a tasas superiores a 10% anual.
Ha dado mayor impulso al crédito a través de la banca de desarrollo: Hoy la banca del Estado mexicano está haciendo equipo con la banca comercial para llegar a los sectores que todavía no son atendidos por esta última.
Ha fomentado mayor competencia en el sector de crédito hipotecario: En 2014, la banca otorgó créditos hipotecarios a 141 mil 931 personas, cifra superior a las 131 mil 243 personas atendidas en 2013, lo que representó un crecimiento de 8%. En los primeros cinco meses del 2015, la banca otorgó créditos a 46 mil 187 personas. Además, con la nueva regulación de subrogación de hipotecas y traspasos de operaciones se han llevado a cabo cuatro mil 627 refinanciamientos en los primeros cinco meses de 2015. En 2014 se refinanciaron 11 mil 313 hipotecas, lo que representó un crecimiento de más de cinco veces respecto a la cifra de 2013.
Con este alegre panorama, el gobierno de la República refrenda el compromiso de continuar con su implementación, para lograr que sus beneficios sean tangibles para todos los mexicanos, dice el vocero de la Secretaría de Hacienda.
Lo primero que podrían decir casi 64 millones de personas –que según el Coneval son las que se encuentran con ingresos inferiores a la línea de bienestar– es que sus familias todavía no ven los beneficios de ninguna de las reformas. ¡Ni los verán!, apuntan los observadores, porque la mitad de aquéllos tiene ingresos realmente miserables: dos mil 542 pesos mensuales (urbanos) y mil 614 pesos (rural). Los que se encuentran en la pobreza extrema, casi en la miseria –que según Coneval suman 11.4 millones de personas–, perciben mensualmente mil 242 en las zonas urbanas y 868 pesos en el sector rural.
Obviamente los pobres, los pobres moderados y los que se encuentran en pobreza extrema nunca van a disfrutar todas esas cosas hermosas, como los créditos hipotecarios, las bajas tasas de interés, los nuevos productos, el crédito barato y a manos llenas.
Así las cosas, lo que deberían hacer las dependencias del gobierno que presumen las reformas como “maravillas del mundo” es precisar que sus beneficios sólo van a llegar a la mitad de la población.
AGENDA PREVIA
El diputado Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada del PRI en la Cámara baja, advirtió que si el tricolor pretende ser la mejor opción para los ciudadanos, frente a otras ofertas políticas es necesario que asuma la responsabilidad de trabajar más y continuar en la ruta de transformación del país. O sea neopriistas del siglo XXI, organícense y pónganse a trabajar en serio.
Pues ahora resulta que al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, una de las instituciones de la llamada “banca del subdesarrollo”, le hicieron un boquete de 99 millones de dólares. En la administración de Alfredito Del Mazo Jr., la institución otorgó un crédito por esa cantidad a un grupito de empresarios mexicanos que al parecer se lo embolsó. ¿Y qué funcionario designó a Del Mazo, quien desde un principio se sabía que iba a utilizar esa posición como trampolín político –lo que finalmente ocurrió en enero pasado–, porque de bancos no conocía nada de nada?