Finalmente, la espera terminó. La gran promesa de la empresa de software Microsoft, su versión “10” del sistema operativo Windows, llegó al mercado, con la premisa de no solo evolucionar, sino revolucionar la forma en que se entiende el cómputo personal.

 

Hace no mucho tiempo, alguien me dijo que el sistema operativo con el que funcionan los equipos de cómputo, es lo de menos, y a nadie le interesa. Independientemente de nuestra postura alrededor de la aseveración, lo que sí vale la pena es conocer algunas de las innovaciones que por el simple hecho de existir, Windows promete que serán parte de nuestra nueva forma de entender la relación con diferentes dispositivos.

 

1. El botón “Inicio” está de regreso (y por ende una mejora en la navegación). Windows 8 fue un buen producto. Sin embargo, la gran resistencia que enfrentó me parece, se debió a un argumento que hace un par de meses leí en un foro de desarrolladores: la gente requería un hardware (equipos, principalmente laptops), que estaba equipado con software (sistema operativo, en este caso), pensado para otro tipo de dispositivos (tabletas y otras formas con pantalla touch). Eso hacía compleja la navegación para quien habitualmente acudía a un botón de inicio ubicado en la esquina inferior izquierda, a través del cual detonaba el uso de todos sus programas. En Windows 8, había que moverse del entorno tradicional, al entorno de “tiles” o cuadros de aplicaciones, según lo que se quisiera utilizar, y es en éste último donde las tareas se complicaban. Microsoft decidió que lo mejor era regresar a la forma que más habituados estaban los usuarios, pero manteniendo la posibilidad de ingresar en el entorno moderno de aplicaciones.

 

2. Foco en productividad. Microsoft es en esencia, en palabras de su CEO, Satya Nadella, una empresa de productividad, y el nuevo Windows 10 hace honor a ello. En mancuerna con productos de la misma compañía como actualización windowsla suite Office, Skype, y otros, está pensado para impactar a quien necesita que sus equipos de cómputo den lo más posible en lo que a productividad se refiere.

 

3. Un mismo sistema para todos los dispositivos, mejores aplicaciones. Una de las ventajas para consumidores, desarrolladores, y empresas interesadas en esta plataforma, es que una aplicación existirá solo una vez. A diferencia de otros entornos, un desarrollador no deberá crear algo para entorno de tableta, para computadora, y para teléfono, sino que algo desarrollado para Windows 10 será útil igualmente en un teléfono móvil, que en una tableta o computadora. Esto reduce costos de desarrollo, facilita la labor de quienes crean las aplicaciones, y ofrece una experiencia de usuario más consistente en diferentes dispositivos.

 

4. Mejor ecosistema móvil. Relacionado al punto anterior, si bien todavía el camino por andar para Microsoft en el mercado de la telefonía móvil es largo, lo que es un hecho es que la consistencia de sistemas entre smartphones y equipos más grandes conllevará beneficios a su ecosistema móvil. La promesa es que habrá más y mejores aplicaciones, que atraerán a más consumidores y por consecuencia, despertarán mayor interés en las comunidades de desarrollo.

 

5. Hololens. La innovación bomba dentro de Windows 10, son los lentes capaces de visualizar imágenes de hologramas en entornos de productividad. ¿Imagina una campaña publicitaria de destinos turísticos en un punto dispuesto en un centro comercial, donde gracias a los lentes el consumidor puede ver en 3D el destino de su interés? ¿Qué tal la posibilidad de hacer diseños urbanísticos de una ciudad, en el despacho donde confluyen ingenieros civiles, arquitectos y funcionarios de gobierno en busca de mejores soluciones de vivienda? ¿Simulaciones de cirugías en alguna facultad de medicina? Esto, y otras soluciones que no tienen límite a la imaginación, y que Microsoft espera trabajar para diferentes industrias, serán posibles gracias a la mancuerna Windows 10 y Hololens.