El contexto y las evidencias del homicidio del fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril cumplen con los requisitos necesarios para que la Procuraduría General de la República (PGR) atraiga las investigaciones para hacer justicia.
Según el Acuerdo A/145/10, firmado en el año 2010, con el que se creó la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión, la PGR cuenta con todos los argumentos jurídicos en este caso.
Según el Artículo Segundo, de dicho documento, la Fiscalía será competente para dirigir, coordinar y supervisar las investigaciones y persecución de los delitos cometidos en contra de quienes ejercen la actividad periodística.
Pero además, el Artículo Quinto establece que podrá ejercer la facultad de atracción cuando se den los siguientes requisitos: que la víctima ejerza la labor periodística, que el delito se haya cometido derivado del ejercicio del derecho a la información o de libertad de prensa, que el delito sea de competencia federal o del orden común cuando sean conductas conexas con delitos federales y que el delito sea sancionado por las leyes penales con cárcel.
De acuerdo con la información obtenida de las primeras investigaciones, Espinosa Becerril era reportero gráfico en activo quien colaboró como corresponsal para la revista Proceso, para la agencia de fotografía Cuartoscuro y el portal periodístico AVC Noticias.
Se especializaba en coberturas de protestas sociales y de acuerdo con la información que sus familiares y conocidos han dado a conocer, se autoexilio en el DF porque recientemente en Xalapa había recibido amenazas y era seguido por extraños que incluso lo espiaban afuera de su casa.
Agresiones en su contra
El 14 de febrero de 2014 fue agredido con otros periodistas por policías en Xalapa, Veracruz. El 9 de junio pasado huyó de esta entidad y buscó refugio en el DF porque recibió amenazas de muerte y hostigamiento, de acuerdo con la información recabada por la Comisión de Derechos Humanos del DF a través de la Relatora de Libertad de Expresión.
En septiembre de 2013 Espinosa Becerril fue golpeado por policías estatales de Veracruz en el desalojo violento de maestros del CNTE en Plaza Lerdo, e incluso lo obligaron a borrar las gráficas de su cámara.
Con estos antecedentes, se cumplen los requisitos que necesita la PGR para atraer el caso.
En este momento, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), inició un acta circunstanciada para tomar conocimiento de los hechos mientras la Procuraduría General de Justicia capitalina continúa con las investigaciones.
Múltiple homicidio
El caso del fotógrafo asesinado, al igual que otras cuatro mujeres con las que estaba, es un homicidio doloso con pena de cárcel sin derecho a fianza.
Alrededor de las 19:30 horas del viernes en el departamento 4101 de Luz Saviñón 1909, en la Colonia Narvarte, al sur del DF, fueron descubiertos los cadáveres de cinco personas, entre ellos estaba el de Espinosa Becerril y Jesenia Quiroz Alfaro, de 19 años de edad.
Las cinco víctimas fueron halladas atadas de pies y manos, amordazadas, posibles señas de tortura, heridas de arma blanca e impactos de arma de fuego.
La PGJDF continúa con la integración de la averiguación previa y en espera de que las otras víctimas también sean identificadas.
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