WASHINGTON. El presidente Barack Obama ordenó una mayor reducción en la emisión de gases de efecto invernadero que emiten las plantas de energía de Estados Unidos, incluso más allá de lo esperado, pero al mismo tiempo otorgó a los estados más tiempo y opciones para cumplir con esta nueva exigencia.

 

Los límites anunciados por el mandatario el lunes, una medida sin precedentes, buscan hacer frente a una serie de preocupaciones planteadas tanto por ambientalistas como por la industria energética a través de 4 millones de comentarios públicos recibidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

 

La minera Murray Energy Corporation, dedicada a la explotación del carbón, ya anunció que presentará una demanda, y se espera que varios estados y empresas tomen medidas similares. Mitch McConnell, republicano de Kentucky y líder de la mayoría del Senado, prometió usar las leyes para obstaculizar al presidente.

 

“El presidente Obama le va a propinar un nuevo golpe a la economía y a la clase media”, dijo McConnell en el Senado.

 

Algunos de los cambios que Obama anunció van más allá de reducir los gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global. Algunos tienen que ver con el retrasar la ejecución y cumplimiento de las medidas y eliminar algunas opciones de las que los estados podrían echar mano para mostrar que están reduciendo dichas emisiones, por lo que les será más difícil cumplir con las nuevas regulaciones.

 

A continuación presentamos un vistazo a los posibles ganadores y perdedores con las medidas que anunció Obama:

 

GANADORES:

 

– LOS ECOLOGISTAS

 

Para el deleite de los grupos ecologistas, Obama endureció los requisitos en las emisiones de su plan ambiental definitivo. Eso significa que las centrales de energía tendrán que cumplir con un nivel más bajo de contaminación por dióxido de carbono. La propuesta original del año pasado fijó el objetivo en un recorte del 30% a nivel nacional para el año 2030, comparado con los niveles de contaminación existentes en 2005. El plan final pide un recorte de 32% en el mismo período de tiempo.

 

Dejó sin cambios el objetivo de reducir las emisiones provenientes de todas las fuentes de contaminación, incluidos automóviles y camiones. A medida que Estados Unidos se ha comprometido con un tratado global sobre cambio climático, el país prometió reducir sus emisiones de un 26% a un 28% para 2030, comparado con los niveles de 2005.

 

– ESTADOS QUE ESTÁN DEJANDO LAS COSAS PARA DESPUÉS

 

Muchas de las críticas dirigidas al plan ambiental de Obama en el último año se centraron en la cantidad de tiempo que los estados tenían disponible para cumplir con estos nuevos objetivos. Los estados técnicamente tienen que presentar sus planes para recortar las emisiones el próximo año, pero no se enfrenta ninguna penalidad si se pide una prórroga de dos años, por lo que se espera que la mayoría de los estados aprovecharán este tiempo. Bajo el plan anterior, el último plazo era el año 2017, pero ahora se extenderá hasta 2018.

 

Anteriormente, los estados tenían hasta 2020 para alcanzar algunos de sus objetivos, pero ahora van a tener dos años más: hasta el 2022.

 

– ENERGÍA RENOVABLE

 

El plan presentado depende más de fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar, que sustituirán a las plantas que operan con carbón. Obama quiere ahora que Estados Unidos sustituya el 28% de su energía con fuentes renovables para 2030, comparado con el 22% de su propuesta inicial.

 

El programa trae un nuevo elemento: el gobierno tiene la intención de ofrecer créditos a los estados que eleven los porcentajes de generación de energía renovable entre 2020 y 2021, antes de que venza la fecha límite. Los estados que inviertan temprano en la energía eólica y la solar podrán guardar esos créditos para compensar sus ingresos para cuando inicie el cumplimiento de la normatividad en 2022.

 

PERDEDORES:

 

– GAS NATURAL

 

La primera versión del plan de Obama buscaba acelerar el continuo cambio de energía con base en el carbón al gas natural, el cual emite mucho menos dióxido de carbono. Pero la norma final busca mantener como hasta ahora la porción de gas natural en la mezcla de energía que utiliza el país.

 

Gina McCarthy, administradora de la EPA, dijo que los estimados del gobierno muestran que la energía renovable ha aumentado incluso desde que se propuso la norma el año pasado, pero que el gas natural sigue siendo una parte importante de la mezcla energética de Estados Unidos.

 

– EFICIENCIA ENERGÉTICA

 

Bajo el plan anunciado el lunes, los esfuerzos estatales de energía ya no se factorizan en los objetivos de reducción individualizados que se asignan a cada estado.

 

En otras palabras, lo que los estados ya están haciendo para reducir la demanda de energía no se incluirá en lo que ya han logrado de igual forma que con otras medidas, como sí se hará en el caso de que hayan reemplazado plantas de carbón con fuentes más limpias. Esto significa que algunos estados enfrentan objetivos exigentes a pesar de sus esfuerzos en el pasado por reducir el uso de la electricidad.

 

Pero los estados todavía podrán acceder a un crédito para tener programas de energía eficiente cuando se trate de cumplir con sus objetivos para 2022. Las medidas anunciadas el lunes también ofrecen créditos por emisiones contaminantes a los estados que desplieguen programas de eficiencia de energía en las comunidades más pobres.

 

EN DUDA:

 

– EL COSTO DEL SERVICIO AL PÚBLICO

 

Aunque el gobierno calcula que el plan en realidad reducirá en promedio 85 dólares el recibo de energía para el año 2030, las empresas que producen y distribuyen electricidad no lo creen. Los ahorros vienen principalmente por un mayor uso de plantas eólicas e hidroeléctricas, las cuales operan a un costo casi nulo una vez instaladas, pero cuesta mucho alistaras y echarlas andar.

 

El gobierno también cuenta con que los recibos de los usuarios bajarán sencillamente porque utilizarán menos energía como resultado de las medidas de eficiencia energética.

 

Asociaciones industriales, mineras y de energía del país como la National Association of Manufacturers; la American Coalition for Clean Coal Electricity; la National Mining Association; la American Energy Alliance y la National Rural Electric Cooperative Association opinan que las nuevas medidas encarecerán los servicios.

 

Pero la escuela de políticas públicas del instituto Georgia Tech y la firma de investigación Synapse Energy Economics han publicado análisis donde señalan que las medidas anunciadas por Obama harán bajar el costo de los servicios de energía.