El banco británico HSBC cerró la venta de su filial brasileña a Bradesco, el segundo actor del sector financiero de ese país, detrás de Itaú, por un monto de cinco mil 186 millones de dólares, dato que superó las estimaciones originales de la venta, establecidas entre tres mil 200 y cuatro mil millones de dólares.
La transacción se concluyó casi cuatro meses después de que HSBC anunciara sus intenciones de venta en abril pasado y Bradesco venció en la carrera a Santander y al propio Itaú.
De acuerdo con Bradesco, la compra de la filial británica le permitirá reducir la brecha que sostiene con el banco más importante de ese país para consolidarse como uno de los actores principales dentro del mercado bancario brasileño, pues obtendrá cinco millones de clientes adicionales, así como 18 mil millones de dólares a sus cuentas, lo que le permitiría alcanzar 23.3% de los clientes totales en Brasil.
“La adquisición proporcionará diversos beneficios a los clientes de ambas instituciones, como un aumento de la cobertura y de la red de atención en todo el territorio nacional”, indicó Bradesco en un comunicado, después de que fue oficializada la compra de HSBC.
Bradesco aseguró a los clientes de HSBC en el país que “seguirán disfrutando de la atención habitual” y que pasarán a contar con los mismos “servicios, productos y comodidades” que ofrece el nuevo dueño de esa entidad.
La operación, anunciada por el banco HSBC, aún deberá ser aprobada por los organismos reguladores brasileños, pero expertos del mercado prevén que no habrá problemas para su ratificación.