Con el hallazgo del cadáver del fotoperiodista de la revista Proceso y la agencia Cuartoscuro, Rubén Espinosa, suman ya 152 asesinatos contra las libertades primarias desde el año 2000: 125 periodistas, 10 trabajadores de prensa, nueve familiares, seis amigos de comunicadores y dos civiles.
Según la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex) y el Club Primera Plana, de esta cifra mortuoria son 14 los asesinados durante la actual administración estatal de Veracruz, encabezada por Javier Duarte de Ochoa.
Se enojó mucho el sucesor de Fidel Herrera cuando se vio retratado en la portada de un semanario político, donde aparecía de perfil, dejando ver su pronunciado abdomen y con un rostro particularmente enojado. Vestía una gorra militar. Decía la primera plana: “Veracruz, estado sin ley.”
El titular del Ejecutivo estatal dio instrucciones a sus colaboradores de comprar todas las revistas Proceso que llegaron al estado, como si eso fuera a resolver sus problemas de imagen devaluada.
No puede asegurar este reportero que a raíz de esa publicación, el gobierno de Duarte empezara a molestar a Rubén (autor de la fotografía), pero justo después de esa edición (la 1946), Espinosa fue víctima de acoso, múltiples amenazas por correo electrónico y hasta golpes.
Fue a cubrir, por ejemplo, en septiembre de 2013 un desalojo de la CNTE en las inmediaciones de la casa del primer mandatario veracruzano y las fuerzas de seguridad le pusieron una paliza que lo mandó al hospital. A principios de junio de ese mismo año, el colega denunció que lo seguían unos hombres “tipo guaruras” y arreciaron las molestias vía redes sociales.
El 9 de junio, Rubén le confió al director de Cuartoscuro, Pedro Valtierra, que lo perseguían por doquier; hasta en el Distrito Federal. Por ello, buscó a Lydia Cacho también para preguntarle cómo vivir con miedo, en constante persecución, con múltiples amenazas de muerte y sin protección.
Todavía recuerdo el texto de Lydia, donde, solidaria, escribió que el chavo comunicador iba por la vida con insomnio, falta de apetito y depresión. Ahí se señalaba al gobernador Duarte como el acosador.
El fotorreportero prefirió probar suerte en la insegura Ciudad de México, porque sentía que le meterían un balazo si se quedaba en Veracruz. Se preguntaba a diario si el gobernador Duarte o su gente podrían cometer un crimen en su contra.
Como sabe, respetado lector, mataron a Rubén junto con una activista veracruzana muy combativa, Nadia Vera, que abiertamente culpó, a través de un video -que puede ver en YouTube- al mismo gobernador Javier Duarte si algo le pasaba a ella o a su familia.
Rubén y Nadia están muertos y siempre señalaron al todavía gobernador de Veracruz como su tormento. ¿Cómo actuará la PGR en este penoso caso? ¿Qué hará la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra Periodistas y Medios de Comunicación? Si descubriera la Procuraduría defeña que las balas salieron desde Veracruz, ¿lo daría a conocer Miguel Ángel Mancera? De ser culpable la administración Duarte, ¿cómo reaccionaría el bloque priista de gobernadores? ¿Y qué haría la Presidencia tricolor de la República?
Seguiremos con lupa el caso Duarte-Rubén Espinosa.
Sinaloa.- En Washington se asegura que el gobierno de Estados Unidos tiene pruebas de que Alfredo Beltrán Leyva, alias El Mochomo, sobornó a funcionarios de todos los niveles en aquella entidad, incluyendo a gobernadores, para trabajar sin problemas en el negocio del tráfico de estupefacientes. Según la investigación del Departamento de Justicia, se tiene en la mira a los ex mandatarios Juan S. Millán y a Jesús Aguilar Padilla.
Cuernavaca.- Por fin regresó Cuauhtémoc Blanco. El edil electo ya tiene equipo de transición, que encabeza el presidente del Partido Socialdemócrata en la entidad, Eduardo Bordonave. ¿Será lo mismo gobernar a la Eterna Primavera que dar patadas?
Celaya.- Miguel Lozano Nolasco, director de la Policía Municipal, fue ejecutado el lunes por la noche por un comando armado. También murió en el ataque la agente Angélica Lemus. Mientras se investiga qué debía, todos en Guanajuato están atemorizados por la impactante noticia.