NUEVA YORK. Tom Brady negó bajo juramento ante el comisionado de la NFL, Roger Goodell, haber alterado los balones antes del juego de campeonato de la AFC, y el investigador, Ted Wells, dijo en una transcripción que nunca advirtió al quarterback de los Patriots de Nueva Inglaterra, que podría ser sancionado en caso de no entregar su teléfono celular.
En una transcripción de 457 páginas dada a conocer el martes, Brady mantuvo su inocencia en el escándalo de la NFL conocido como “Deflategate”. Negó haber discutido los niveles de aire con los recoge balones, o incluso pensar sobre qué tan inflados estaban los balones cuando los seleccionó. También repitió que nunca le solicitó a nadie del equipo que alterara los balones.
Brady fue suspendido por cuatro encuentros y el equipo recibió una multa por un millón de dólares y la pérdida de dos selecciones del draft, luego de que la investigación sancionada por la NFL y realizada por Wells encontró que los Patriots proporcionaron balones inflados de manera incorrecta en la final de conferencia ante los Colts de Indianápolis, que cayeron 45-7 ante Nueva Inglaterra.
Brady apeló el castigo. Goodell decidió escuchar él mismo la apelación y ratificó la sanción. Ambas partes asistieron a una corte federal, y el Juez Federal de Distrito, Richard Berman, pidió a ambas partes llegar a un acuerdo. Para incentivarlos, les pidió tanto a Brady como a Goodell aparecer en persona en los juzgados durante la pretemporada.
La transcripción dada a conocer por la Asociación de Jugadores de la NFL, incluyó el testimonio de apelación de Brady y Wells del 23 de junio. Wells explicó que no creía que Brady no tuviera nada que ver con los balones desinflados, debido a que el quarterback se rehusó a proporcionar todos los documentos solicitados.
“En mis casi 40 años de práctica, creo que esa fue una de las decisiones menos acertadas que he visto, debido a que afectó su credibilidad conmigo”, testificó Wells. “Perjudicó mi evaluación sobre su credibilidad al comenzar la entrevista diciendo que había rechazado entregar los documentos”.
La investigación de Wells encontró mensajes de texto entre Brady y un par de asistentes de equipamiento — uno de los cuales se hacía llamar a sí mismo “The Deflator” (El Desinflador) — hablando sobre la preparación de los balones para el duelo del 18 de enero. Los Patriots avanzaron al Super Bowl, donde vencieron 28-24 a los Seahawks de Seattle, y Brady obtuviera su cuarto campeonato de la NFL.
A pesar de que Wells solicitó en varias ocasiones el teléfono de Brady, el investigador también testificó: “No le dije al señor Brady en ningún momento que sería sujeto a una sanción por no entregar– por no proporcionar los documentos. No le dije nada de eso”.
Los abogados de Brady señalan que la liga estableció sus reglas sin notificar adecuadamente a Brady, y que en algunos casos no siguieron su propio reglamento. También han cuestionado el hecho de que si Goodell fue lo suficientemente independiente para conducir una audiencia justa, a pesar de que el acuerdo colectivo de trabajo le otorga esa autoridad.