Lo que no se explican los analistas políticos bisoños es por qué el canciller José Antonio Meade se niega a dar el nombre del próximo embajador de México en Estados Unidos, cuando él mismo y todo México, bueno, casi todo, sabe que el gobierno mexicano ya solicitó su beneplácito al de Estados Unidos –según fuentes oficiales– para Miguel Basáñez, integrante del grupo “Atracomucho”, dicen los malosos.
Eso que declaró Meade de que “hay perfiles muy buenos para ocupar la vacante” es una vacilada. Y el rollo de que “quien eventualmente sea escogido para esta posición tendrá posibilidad plena de contribuir a una relación que hoy funciona muy bien; que hoy se beneficia de más de 50 consulados en Estados Unidos, de un diálogo fluido y cercano…” es simplemente demagogia.
Efectivamente, Miguel Basáñez no tiene ninguna experiencia diplomática, pero ese no es requisito indispensable para ocupar dicho cargo. También es cierto que el elegido “no es un nombramiento a la altura” de la relación con nuestros principales socios comerciales. Pero eso tampoco importa porque en ocasiones el papel de nuestro embajador en aquel país ha sido irrelevante. A Jesús Reyes Heroles Jr., quien ocupó el cargo de 1997 al 2000, nada más lo utilizaban para que atendiera a los funcionarios mexicanos que visitaban Estados Unidos en misión comercial, diplomática, visitas de Estado, recorridos por la ciudad, etcétera.
Los malosos de la época comentaron que Ernesto Zedillo prácticamente desterró a Reyes Heroles Jr. a Estados Unidos, después de que demostró su ineptitud al no poder siquiera diseñar un esquema viable para la venta de las plantas petroquímicas que le encargó cuando fungió como secretario de Energía.
AGENDA PREVIA
Según el INEGI, con series desestacionalizadas, el Consumo Privado en el Mercado Interior de México (CPMIM) creció 3.8% real anual en mayo de 2015, lo que significó el mayor incremento anual desde noviembre de 2012, debido a un mayor crecimiento en el consumo de bienes y servicios de origen nacional (+3.6%) y en el consumo de bienes importados (+5.5%). Respecto al mes anterior, el CPMIM se elevó 0.8% en el quinto mes de este año, lo que implicó el segundo incremento mensual consecutivo y el más alto de los últimos cuatro meses, ante el mayor aumento real mensual del consumo de bienes y servicios nacionales (+0.9%) y del consumo de bienes de origen importado (+4.2%).
Con series originales, el CPMIM creció 2.8%, superior al de mayo de 2014 de 1.7%, resultado de mayor crecimiento en el consumo de bienes y servicios nacionales (+2.8%) y en el consumo de bienes de origen importado (+2.2%).
O sea que fregados, fregados no estamos. Parece decir la Secretaría de Hacienda. ¿De qué se quejan entonces los 55.3 millones de pobres que existen en el país –según el Coneval– si bien que mal siguen consumiendo?
La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) informó que en 2014 las dependencias de la Administración Pública Federal ahorraron más de mil 845 millones de pesos en las facturas que pagaron por el consumo de luz en las instalaciones que albergan a los empleados, y de combustibles en las flotillas de vehículos. Petróleos Mexicanos (Pemex), Comisión Federal de Electricidad (CFE), Liconsa y Exportadora de Sal también redujeron el consumo de combustibles en sus instalaciones. ¡Buena lana!, ¿no?