BEIRUT. El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha secuestrado a al menos 230 civiles, entre ellos decenas de cristianos, en la localidad de Al Quariatain, en el centro de Siria y cuyo control tomaron ayer los radicales, denunciaron hoy activistas.
El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, explicó a Efe por teléfono que entre sesenta y setenta cristianos han sido capturados por los yihadistas en esa población de la provincia central siria de Homs.
Además, en el grupo de rehenes hay al menos 19 menores de edad y 45 mujeres.
Algunos de los secuestrados fueron capturados por los extremistas en el monasterio de Mar Elian, en Al Quariatain.
Se da la circunstancia de que el abad de dicho monasterio, Jack Murad, fue secuestrado hace diez semanas por un grupo de hombre armados de identidad desconocida.
Abderrahman destacó que, según la información que ha obtenido a través de activistas sobre el terreno, los radicales capturaron a sus prisioneros basándose en listas que tenían confeccionadas con personas buscadas, aunque desconoce si son seguidores del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.
Por su parte, un activista de la opositora Red Sham en la provincia de Homs, Samer al Homsi, dijo a Efe por internet que los secuestrados son más de 230, entre los que hay cristianos y musulmanes.
De acuerdo con los datos de que dispone, “han capturado a gente que era conocida (en Al Quariatain) por colaborar con el régimen”, indicó Al Homsi.
El EI arrebató ayer a las fuerzas gubernamentales el control de esta ciudad estratégica, ubicada junto a la carretera que une la parte oriental de Homs con el este de la región de Al Qalamún, en la periferia de Damasco.
Según Al Homsi, la tranquilidad reinó hoy en el interior de Al Quariatain, aunque el ejército lanzó algunos proyectiles a la ciudad desde la base del regimiento militar de Al Hamarat, en las afueras.
La misma fuente agregó que un gran número de personas han huido de esta localidad en dirección a Palmira y Jinifis, también en Homs y dominadas por el EI, así como a las provincias del norte.
Estadísticas oficiales de 2008 apuntan que Al Quaraitain tenía 35 mil habitantes, aunque Al Homsi resaltó que esta cifra había crecido con la llegada en los últimos años de desplazados procedentes de otras áreas de Homs, como Al Quseir.
Precisamente, “muchos de los desplazados se quedaban en el monasterio de Mar Elian”, señaló el activista de la Red Sham.
En la zona donde se localiza Al Quariatain hay una importante comunidad cristiana, y los fieles de este credo secuestrados son de rito siriaco-católico.
El Patriarcado de esta Iglesia oriental emitió hoy un comunicado en el que condenó el ataque del “Daesh” (acrónimo en árabe de Estado Islámico) en Al Quaraitain.
Recordó que los cristianos en Siria sufren “secuestros, torturas y asesinatos” por parte del EI y alabó a los que aún permanecen en este país pese a las calamidades que soportan.
La nota remarcó que la presencia cristiana en Siria se remonta a miles de años, al igual que en Irak, donde hoy se cumple el primer aniversario del desplazamiento forzado de miles de cristianos de Mosul, en el norte iraquí, por parte de los extremistas.
La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora, afirmó, por su parte, que está siguiendo de cerca “el secuestro de decenas de familias siriacas” de Al Quariatain, lo que describió como “un crimen de tipo sectario”.
El secretario general de la CNFROS, Mohamed Yehia Maktabi, acusó a las fuerzas del régimen de haber facilitado este secuestro al retirarse ayer de Al Quariatain, tras los combates contra los extremistas, lo que dejó indefensos a los vecinos de esta localidad, al igual que ocurrió hace meses en Palmira.
Por el momento, las autoridades sirias no se han pronunciado sobre el secuestro.
El EI avanzó en mayo pasado por el este de Homs, donde tomó varias poblaciones, como la monumental Palmira, cuyas ruinas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Anoche, la oficina de información del EI en Homs publicó un video con la decapitación de un supuesto seguidor del régimen a manos de uno de sus combatientes en un lugar que podría ser Palmira.
En la misma grabación, tres yihadistas originarios del golfo Pérsico amenazaron a Arabia Saudí y advirtieron de que los atentados, como el registrado ayer con trece muertos en este país, no son “más que la punta del iceberg”.